Mosul, Irak, 7 de marzo, 2017 (Reuters). Las fuerzas gubernamentales de Irak que están luchando por derrotar a Estado Islámico en el oeste de Mosul recuperaron el martes el control del principal edificio oficial, la sede del banco central y el museo en el que hace tres años los militantes yihadistas destruyeron estatuas y reliquias.
Los edificios del Gobierno habían sido destrozados y no eran usados por Estado Islámico, pero su captura aún representa una victoria simbólica en la batalla por el último bastión importante de los militantes en Irak.
Un equipo de elite ingresó en el edificio gubernamental en Nínive durante la noche, dijo el teniente coronel Abdel Amir al-Mohammadawi.
El Ejército también recuperó un edificio en el que funcionaba la principal corte de justicia de Estado Islámico, conocida por crueles sentencias como apedreamientos, lanzamientos de personas desde techos y cortes de manos, un reflejo de la ideología extrema del grupo.
"Mataron a decenas de (miembros de) Daesh", dijo Mohammadawi, refiriéndose a Estado Islámico mediante su acrónimo árabe. La redada duró alrededor de una hora.
Los militantes habían saqueado el banco central al capturar la ciudad en 2014 y filmaron videos destruyendo estatuas. El tráfico ilegal de reliquias obtenidas en el territorio bajo su control, desde Palmira en Siria hasta Nínive en Irak, era una de sus principales fuentes de ingreso.
El primer ministro Haider al-Abadi viajó a Mosul para visitar a las tropas involucradas en la batalla.
El nuevo avance allana el camino para que las fuerzas iraquíes respaldadas por Estados Unidos ataquen a los militantes refugiados en la vieja ciudad de Mosul, la fase más complicada de una campaña de casi cinco meses debido a la densidad poblacional del área, la estrechez de sus callejones y a que los militantes están camuflados entre los civiles.
La antigua ciudad yace sobre el margen occidental del río Tigris, que divide a Mosul en dos. Alrededor de 750.000 personas vivían en el oeste de la ciudad cuando comenzó la ofensiva en esa zona el 19 de febrero, según estimaciones de organizaciones de asistencia. Las fuerzas iraquíes apoyadas por Estados Unidos recuperaron el este de Mosul a mediados de enero, tras 100 días de combate.
Derrotar a Estados Islámico en Mosul aplastaría el ala iraquí del califato proclamado por el grupo, que también está sufriendo derrotas en Siria. Varios miles de personas, tanto civiles como militares, murieron o fueron heridas en los combates, según las entidades de ayuda.