
En el encuentro, que se llevó a cabo en Turkmenistán, António Guterres señaló que para evitar que esas medidas puedan provocar el efecto contrario se necesitan políticas firmes, además de inteligentes.
“Las políticas que limitan los derechos humanos acaban por alienar a las comunidades étnicas y religiosas, que deberían tener interés en luchar contra el extremismo. En consecuencia, esas políticas podrían terminar conduciendo a esas personas hacia los terroristas”, advirtió Guterres.
Por esa razón, consideró esencial asegurar que las iniciativas para prevenir esas tendencias cumplan a cabalidad con los estándares de derechos humanos.
Esos esfuerzos deben incluir a todos los segmentos de la sociedad, especificó el titular de la ONU. Pidió particularmente incluir a quienes han sufrido discriminación y marginación.
Una sociedad civil activa es la piedra angular de una respuesta integral contra esa amenaza, dijo el Secretario General. En este sentido, animó a defender los derechos de libertad de expresión, asociación y reunión pacífica para contrarrestar el problema.
El Secretario General se encuentra de gira por varios países de Asia Central. El recorrido empezó la semana pasada en Kirguistán, Uzbekistán y Kazajistán. En la región, António Guterres quiere subrayar la importancia de la lucha contra el terrorismo con un enfoque de respeto a los derechos humanos. ONU