Bruselas, 31 ago (EFE).- La Unión Europea (UE) constató y lamentó hoy la falta de avances en las cuestiones principales sobre la salida del Reino Unido del bloque comunitario, como los derechos de los ciudadanos y el acuerdo financiero, durante la tercera ronda de negociaciones que concluyó este jueves.
"No hemos logrado ningún progreso decisivo sobre los temas principales, si bien la discusión sobre Irlanda ha sido fructífera", declaró el negociador jefe comunitario para la retirada del Reino Unido de la UE, en una rueda de prensa conjunta con el ministro británico para el "brexit", David Davis.
Barnier asumió que, "al ritmo actual" de las conversaciones, el equipo negociador se encuentra "lejos de constatar un progreso suficiente" para poder recomendar al Consejo Europeo el inicio de las discusiones sobre la futura relación entre Bruselas y Londres.
Los veintisiete jefes de Estado y de Gobierno de los países que permanecerán en el club comunitario tras la marcha británica habían previsto que para octubre próximo se hubiera logrado progresos suficientes en el acuerdo financiero, los derechos de los ciudadanos y la frontera irlandesa.
Así, en la cumbre europea de ese mes esperaban dar luz verde al inicio de una segunda fase de conversaciones centrada en la futura relación entre el Reino Unido y los Veintisiete, aunque fuentes comunitarias ya reconocieron la semana pasada que será difícil cumplir esos plazos.
"Estoy preocupado. El tiempo pasa rápido, es un plazo temporal corto y cada día que pasa nos acercamos a la fecha de salida del Reino Unido de la Unión Europea, el 29 de marzo de 2019 a medianoche", dijo Barnier, quien se preguntó si para entonces será posible una retirada ordenada o si Londres abandonará la UE sin un acuerdo.
No obstante, el negociador jefe de la Comisión Europea (CE) admitió que se han logrado "auténticos progresos" sobre el área común de viaje entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda y que se ha "clarificado" el trabajo pendiente en la cooperación entre el norte y el sur a partir del Acuerdo de paz de Viernes Santo.
También aseguró que se han conseguido "aclaraciones útiles" sobre "muchos puntos", como el estatus de los trabajadores fronterizos, la seguridad social y los procesos en curso ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
"Pero el tiempo presiona para alcanzar, como nosotros deseamos, un acuerdo global", recalcó el excomisario europeo.
Sobre los derechos de los ciudadanos, indicó que se han aclarado algunas cuestiones durante la semana, pero instó a "ir más lejos".
Hizo referencia a las cien cartas enviadas por error a comunitarios residentes en las islas británicas este verano, en las que el Ministerio del Interior amenazaba con deportarles si no abandonaban el país.
"No es la primera vez que algo como esto ha sucedido. Refuerza la necesidad de asegurar que los derechos de los ciudadanos se puedan hacer cumplir directamente por las jurisdicciones nacionales, bajo el control del TJUE, un punto en el que hoy no estuvimos de acuerdo", comentó Barnier.
Respecto al pacto financiero, recalcó que los contribuyentes de los Veintisiete "no deberían pagar las obligaciones asumidas a Veintiocho" y criticó que el Reino Unido esta semana haya explicado que sus obligaciones estarán limitadas a su última aportación al presupuesto de la UE antes de abandonarla.
También señaló que Londres no podrá "dar forma" al ordenamiento legal del mercado único una vez que lo haya abandonado.
"En algunas propuestas, veo un sentido de nostalgia a través de peticiones concretas que consistirían en seguir beneficiándose de las ventajas del mercado único y la Unión Europea sin formar parte de ellos. Quizá me equivocó, quizá no hay nostalgia", comentó.
Por su parte, el ministro británico para el "brexit", David Davis, consideró que esta semana se han logrado "progresos concretos", insistió en que las cuestiones sobre la retirada y la futura relación están "intrínsecamente" unidas y pidió "flexibilidad e imaginación" para alcanzar un pacto.
En referencia al acuerdo financiero, Davis destacó que la UE ha pedido a los contribuyentes británicos "una gran cantidad de dinero" a partir de obligaciones legales y se mostró dispuesto a analizar esas responsabilidades "línea a línea".
La UE ha exigido a Londres entre 60.000 y 100.000 millones de euros para hacer frente a los compromisos económicos que había adquirido antes de iniciar el proceso del "brexit". éxico :: Mundo