WASHINGTON (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presionó el jueves en favor de reglas más estrictas de identificación de votantes y acusó a los estados gobernados por demócratas de no cooperar con una comisión presidencial sobre fraude electoral que fue disuelta esta semana.
En un par de mensajes en Twitter, el mandatario republicano reiteró sus acusaciones -sin ofrecer pruebas- de que hubo un fraude en los comicios presidenciales de noviembre de 2016. Trump ganó la Casa Blanca gracias al sistema de votos estatales en el Colegio Electoral, pero perdió la votación popular por casi 3 millones de votos ante la demócrata Hillary Clinton.
La mayoría de los funcionarios estatales que supervisan las elecciones, incluidos republicanos y demócratas por igual, así como expertos en ley electoral, aseguran que el fraude es inusual en los comicios estadounidenses.
El miércoles, la Casa Blanca informó en un comunicado la disolución del panel bipartidista creado por Trump en mayo para revisar las acusaciones de fraude en 2016, afirmando que muchos estados se negaron a facilitar datos. Trump ha pedido ahora al Departamento de Seguridad Nacional que investigue y decida qué acción es necesaria, señaló la Casa Blanca.
El panel estaba encabezado por el vicepresidente, Mike Pence, junto con Kris Kobach, que, como secretario de Estado de Kansas dirige las elecciones en ese estado y que lleva tiempo pidiendo nuevas restricciones al voto.
No obstante, su iniciativa se topó pronto con la resistencia de varios estados y de grupos de derechos civiles como Electronic Privacy Information Center y American Civil Liberties Union, que presentaron demandas en su contra.
Estos estados y grupos se opusieron a la información solicitada por la comisión, tales como nombres, fechas de nacimiento, afiliación política e historiales de votación. Más de 20 estados se negaron directamente a facilitar los datos, mientras que otros dijeron que debían estudiar el asunto.
El jueves, Trump dijo que “sobre todo los estados demócratas (...) pelearon duro para que la Comisión no viera sus historiales y sus métodos porque saben que muchas personas están votando de forma ilegal. El sistema está amañado”. EEUU