LONDRES (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, canceló su viaje a Londres, programado para el mes que viene para abrir una nueva embajada, culpando a Barack Obama por vender la antigua sede diplomática a “precio de saldo” en un mal acuerdo comercial.
Más de un año después de asumir la presidencia, Trump tiene pendiente una visita a Londres. Muchos votantes británicos han prometido protestas masivas contra el líder estadounidense, al que consideran vulgar, inestable y opuesto a sus ideas en un abanico de cuestiones.
“La razón por la que cancelé mi viaje a Londres es que no soy un gran admirador de que la Administración de Obama haya vendido tal vez la embajada mejor ubicada y más bonita en Londres a un ‘precio de saldo’, solo para construir una nueva en un lugar apartado por 1.200 millones de dólares”, dijo Trump en un tweet a última hora del jueves.
“Mal negocio. Querían que cortara la cinta, ¡NO!” Dijo Trump.
La decisión de adquirir un nuevo emplazamiento para la embajada de Londres en la orilla sur del Támesis se anunció en 2008 bajo el mandato de George W. Bush, junto con los planes para poner en venta el sitio de Grosvenor Square en Mayfair.
Un pilar de la política exterior de Reino Unido desde la Segunda Guerra Mundial, la llamada “relación especial” con Washington, ha adquirido una importancia adicional ya que Reino Unido se prepara para abandonar la Unión Europea en 2019 y busca nuevos acuerdos comerciales importantes.
Pero altos cargos británicos se han sentido consternados por algunas de las declaraciones de Trump.
Particularmente causaron incomodidad la propuesta de veto de entrada en Estados Unidos para musulmanes y más recientemente cuando Trump reprendió a la primera ministra Theresa May en Twitter después de criticarlo por retuitear videos antislámicos de la extrema derecha británica.
Un portavoz de Downing Street se negó a hacer comentarios inmediatos. May fue la primera líder extranjera que visitó a Trump tras su toma de posesión en enero del año pasado. Trump Reino Unido