LONDRES (Reuters) - La ministra de Interior de Reino Unido, Amber Rudd, renunció al cargo el domingo después de que el Gobierno de la primera ministra Theresa May se enfrentara un escándalo por el trato dado a algunos residentes caribeños a largo plazo que fueron designados erróneamente como inmigrantes ilegales.
La dimisión de uno de los aliados más cercanos a May es un golpe para la premier británica cuando atraviesa el último año de negociaciones antes de la salida de Reino Unido de la Unión Europea en marzo de 2019. También priva al gabinete de uno de sus miembros pro-europeos más abiertos.
En su carta de renuncia a May, Rudd dijo que inadvertidamente había engañado a una comisión parlamentaria el miércoles pasado al negar que el Gobierno tuviera cuotas para la deportación de inmigrantes ilegales. May aceptó su renuncia.
Durante dos semanas, los ministros británicos han tratado de explicar por qué a algunos descendientes de la llamada “generación Windrush”, invitados a Reino Unido para cubrir las necesidades de mano de obra entre 1948 y 1971, se les habían negado derechos básicos.
El escándalo Windrush eclipsó la cumbre de la Commonwealth en Londres y ha planteado dudas sobre los seis años que May fue ministra del Interior, antes de convertirse en primera ministra tras el referéndum sobre el “Brexit” en 2016.
“El escándalo Windrush ha arrojado luz sobre un tema importante para nuestro país”, dijo Rudd en su carta de renuncia a May.
Rudd, que fue nombrada ministra de Interior en 2016, dijo que los votantes quieren que las personas que tienen derecho a residir en Reino Unido reciban un trato justo y humano, pero también que se quiten a los inmigrantes ilegales. Reuters
