WHITE SULPHUR SPRINGS, Virginia Occidental, EE.UU. (AP) — El presidente Donald Trump tiró al piso el jueves su discurso preparado y lanzó una nueva diatriba contra la inmigración ilegal, prometiendo afianzar la seguridad fronteriza y repitiendo sus infundadas denuncias de que millones de personas votaron ilegalmente en California.
Originalmente el plan era que Trump iba a dar su discurso sobre las ventajas de su plan de recorte de impuestos, pero en lugar de ello ofreció una retórica tangencial sobre la inmigración y el comercio. Dijo que la inmigración ilegal es la causa de pandillas como la MS-13 y nuevamente denunció que hubo fraude generalizado en las elecciones del 2016.
"En muchos lugares, como en California, hubo gente que votó varias veces. Probablemente ustedes ya habrán escuchado acerca de eso”, dijo Trump. “Hay gente que dice, ‘Oh, esas son teorías conspirativas’. Pues no son teorías conspirativas. Se trató de millones y millones de personas. Y es muy difícil comprobarlo porque los estados tienen en reserva los conteos. No quieren que nosotros tengamos” acceso a ellos.
Si bien han ocurrido casos aislados de fraude electoral en Estados Unidos, la mayoría de los expertos coinciden en que es algo sumamente infrecuente.
Trump empezó a denunciar el supuesto fraude electoral el año pasado, quizás en reacción ante el hecho de que más gente votó por la demócrata Hillary Clinton que por él. La Casa Blanca en ese entonces creó una comisión para investigar los casos de fraude electoral, pero este año la desmanteló ante desacuerdos entre sus miembros y la negativa de varios estados de cooperar con esa instancia.
En semanas recientes Trump ha estado ignorando el protocolo que acompaña su cargo para expresar irrestrictamente sus opiniones y tomar medidas que algunos asesores deseaban evitar. El evento en Virginia Occidental, al igual que ha ocurrido en otras ocasiones, dejó de ser un medio para dar un discurso preparado y se convirtió en plataforma para que el mandatario ofrezca sus pensamientos tal y como se le ocurren en el momento.
“Este iba a ser mi discurso. Me hubiera tomado unos dos minutos”, dijo Trump, y seguidamente arrojó los papeles al aire. “Esto es aburrido. Tenemos que decir las cosas como son”.
Como ha hecho antes, vinculó la inmigración ilegal con violencia y sufrimiento, pese a cifras que demuestran que la proporción de inmigrantes que cometen delitos violentos es mucho menor a la de ciudadanos estadounidenses. Calificó de “matones” a los integrantes de la MS-13 y aseguró que las medidas del gobierno contra la pandilla “son como una guerra”.
"La MS-13 es emblemática de la maldad, y los estamos expulsando, cientos de ellos", dijo Trump. “Esa es la porquería que estamos permitiendo entrar a nuestro país, y eso debe parar”.
Recordando la frase que usó al lanzar su campaña en el 2015, cuando acusó a México de enviar violadores a que crucen la frontera, el presidente habló de la violencia entre los migrantes y pareció hacer referencia a una caravana de migrantes centroamericanos que estaban atravesando México hacia Estados Unidos.
"¿Se recuerdan de lo que dije en la Torre Trump cuando lancé mi campaña? Todo el mundo dijo ‘Oh, ¡él fue muy duro!’, y yo usé la palabra violación”, afirmó. “Y ayer surge la noticia de esa travesía, y están violando mujeres como nunca antes se ha visto. No quieren mencionar eso”.
No quedó claro de qué estaba hablando el presidente. El portavoz de la Casa Blanca Hogan Gidley dijo que Trump no se refería específicamente a esa caravana sino a la violencia que acompaña en general a los migrantes que avanzan hacia el norte de la mano de contrabandistas. Y la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders se expresó sorprendida de la reacción de la prensa porque “es un hecho establecido de que mujeres y niñas son agredidas brutalmente en esa travesía hacia el norte”. Trump