Washington, 11 may (EFE).- El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera ministra británica, Theresa May, condenaron hoy los "provocadores" ataques con cohetes que las fuerzas iraníes en Siria dispararon contra Israel, un extremo que niega el Gobierno de Teherán.
La Casa Blanca informó hoy de una llamada telefónica entre Trump y May, en la que ambos líderes "condenaron los provocadores ataques con cohetes del régimen iraní desde Siria contra ciudadanos israelíes", una escalada militar que ha despertado las alarmas sobre una posible desestabilización regional.
Israel denunció en la noche del miércoles bombardeos de la fuerza iraní Quds contra su línea de defensa en el territorio ocupado de los Altos del Golán y atacó más de setenta objetivos en Siria, una gran operación contra fuerzas iraníes desplegadas en ese país y bases del régimen sirio de Bachar al Asad.
Según la Casa Blanca, Trump y May hablaron sobre cuál es la mejor forma de afrontar el "comportamiento desestabilizador" de Irán en la región, mientras que el estadounidense llamó a todas las naciones a dejar claro que "las acciones del régimen iraní suponen una grave amenaza para la paz internacional y la estabilidad".
Irán respalda a Al Asad, en su lucha contra el Estado Islámico y la oposición armada con asesores militares de los Guardianes de la Revolución y con milicianos chiíes sobre el terreno.
La presencia iraní y de su aliado, el grupo libanés Hizbulá, en Siria preocupa en extremo a Israel, que ve como sus enemigos toman posiciones cerca de sus fronteras.
El martes Trump anunció la retirada de Estados Unidos del acuerdo nuclear con Irán de 2015 y, solo dos días después, reanudó las sanciones con un golpe a una red, operativa en Emiratos Árabes Unidos (EUA) e Irán, dedicada al suministro de cientos de millones de dólares a la Fuerza Quds de la Guardia Revolucionaria iraní.
En otro comunicado, la portavoz de la Casa Blanca, Sarah Huckabee Sanders, acusó a la Guardia Revolucionaria iraní de "exportar la influencia desestabilizadora" de Teherán a todo Oriente Medio y llamó al resto de países a incrementar la presión sobre Irán para que cambie su "comportamiento peligroso".
Además, condenó los ataques con misiles balísticos que lanzaron los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, desde Yemen contra Riad y consideró que esa acción es una "prueba más" de las "acciones imprudentes del régimen iraní que representan una grave amenaza para la paz y la seguridad regionales".
Las autoridades saudíes acusan a Irán de proporcionar estos misiles a los hutíes, milicia chií que desde finales de 2014 controla Saná y amplias partes del norte y oeste del país.
El actual conflicto comenzó con el alzamiento armado de los hutíes contra el Gobierno en 2014 y se recrudeció un año después con la intervención de la coalición de países árabes y suníes capitaneados por Riad y apoyados por Estados Unidos, que respaldan al presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi. Mundo