domingo, 6 de mayo de 2018

Líbano celebra sus primeras elecciones generales en nueve años

BEIRUT (Reuters) - Los libaneses empezaron a votar el domingo en las primeras elecciones generales en nueve años, unos comicios que no se prevé que amenacen el equilibrio de poder aunque son importantes para la estabilidad económica.

Las cadenas de televisión mostraban a personas guardando su turno en los centros de votación del pequeño país mediterráneo para depositar sus votos según las nuevas leyes electorales.

Los automóviles y los ciclomotores estaban engalanados con las banderas de los principales partidos, canciones para apoyar a los candidatos se escuchaban en altavoces cerca de sus bastiones electorales y los jóvenes a las afueras de los centros de votación llevaban camisetas con los rostros de los líderes políticos.

Líbano tiene una de los ratios deuda/PIB más altos del mundo, y el Fondo Monetario Internacional ha advertido de que su trayectoria fiscal es insostenible.

El país ha capeado en su mayor parte la tormenta regional causada por siete años de guerra en la vecina Siria, pero ha atravesado varias crisis internas desde las últimas elecciones.

La votación está programada desde las 7 a.m. (0400 GMT) hasta las 7 p.m. (1600 GMT). Los resultados no oficiales empezarán a llegar durante la noche, mientras que el recuento oficial tardará unos días. La ley electoral impide publicar el domingo encuestas sobre los resultados antes del cierre de las urnas.

Sea cual sea el resultado, es probable que se forme otro gobierno de coalición que incluya a la mayoría de los principales partidos, como el que ha gobernado desde 2016, según los analistas.

Abu Sami, un funcionario de 40 años, dijo que estaba cansado de los políticos tradicionales. “Hoy elegiré nuevas caras”, dijo.

Los escaños del Parlamento se dividen en partes iguales entre musulmanes y cristianos, y se subdividen entre las distintas tendencias de esas religiones. El presidente de Líbano siempre debe ser un cristiano maronita, el primer ministro un musulmán suní y el presidente del parlamento un chií. Reuters