Londres, 12 jul (EFE).- El Gobierno del Reino Unido remitió hoy a la Unión Europea (UE) el Libro Blanco con su plan de futura relación bilateral, que incluye un mercado común de bienes, cooperación en defensa y facilidades para la movilidad de los ciudadanos.
El nuevo ministro para el "brexit", Dominic Raab, dijo en la Cámara de los Comunes que se trata de una propuesta "práctica", que permitirá mantener la sintonía en varios ámbitos y un comercio "sin fricciones" cuando este país deje el bloque el 29 de marzo de 2019.
Raab, que sustituye al dimisionario David Davis, vio interrumpida su intervención al poco de empezar, cuando la sesión se suspendió temporalmente por las quejas de los diputados de que no habían recibido con antelación el documento, de cien páginas.
Al reanudarse el debate, el portavoz de la oposición laborista, Keir Sturmer, lamentó "el caos" en que se encuentra el Gobierno de la primera ministra, Theresa May, y anunció que su partido no podrá respaldar una propuesta que "se queda corta".
Jacob Rees-Mogg, cabecilla de los diputados conservadores partidarios de un "brexit" duro, adelantó que tampoco aprobará un plan "que no es por lo que votaron los británicos" en el referéndum del 23 de junio de 2016, cuando un 52 % apoyó salir de la UE.
El negociador jefe comunitario, Michel Barnier, dijo a su vez en Twitter que "analizará" el documento siguiendo las "directrices" europeas y expresó sus ganas de sentarse a negociar la semana próxima.
La respuesta de Bruselas será clave para determinar la evolución del Gobierno de May, golpeado por la dimisión por desacuerdos con la estrategia oficial del ministro de Exteriores, Boris Johnson, y para la salida de la UE, David Davis.
El Libro Blanco detalla el Marco Futuro, complementario al Acuerdo de Retirada que también se negocia, e incluye propuestas para una asociación económica, de seguridad y en otras áreas mixtas así como un marco "constitucional" para la gobernanza y supervisión de la futura relación.
Como ya se anunció, en el área económica propone la creación de "un área de libre comercio para bienes", con equivalencia normativa y un "dispositivo facilitado de aduanas", que haría que este país y los Veintisiete funcionaran como "un territorio aduanero combinado".
Esto evitaría la imposición de controles fronterizos, incluido en la frontera con Irlanda, una exigencia central de Bruselas.
Además, Londres se compromete a respetar las actuales normas comunitarias sobre subsidios estatales, a fin de asegurar una competencia "justa" y evitar el proteccionismo económico.
En materia de seguridad, el Reino Unido subraya su "compromiso incondicional" con la protección del continente y propone una nueva asociación en la que se podrían compartir "efectivos" y se crearían mecanismos para la coordinación de políticas de exteriores y de defensa.
El Gobierno quiere mantener su participación en agencias como Europol y Eurojust, de cooperación policial y judicial, para lo que se compromete a asumir los costes que sean necesarios, según el Libro Blanco.
En cuanto a las áreas mixtas, este país propone llegar a acuerdos sobre protección de datos y de cooperación en ciencias e innovación, y disponer un mecanismo para negociar cada año las cuotas de pesca.
El Reino Unido plantea también establecer un "marco de movilidad" para facilitar los viajes de negocios y de turismo así como las estancias de los estudiantes británicos y comunitarios.
Respecto al marco constitucional, sugiere formular un "acuerdo de asociación", con la creación de un comité conjunto de supervisión y mecanismos de resolución de disputas.
Frente a las críticas en el Parlamento, el sector económico ha dado una respuesta mixta al documento.
La patronal de empresarios CBI agradeció la "confianza" que dará a las empresas la propuesta comercial, mientras que el sector financiero reprochó su exclusión de la misma, justificada por el Gobierno porque así se podrán negociar convenios con terceros países. EFE