PARÍS (Reuters) - Para sus aliados, la carta de Emmanuel Macron a los franceses iniciando un debate sobre políticas nacionales fue un ejercicio audaz en democracia. Para sus críticos, la misiva del domingo fue un gesto locuaz y vacío de un “Rey Macron” decidido a mantener las reformas económicas fundamentales.
Cualquiera que sea su reacción inicial, los franceses tienen ocho semanas para responder con el aporte de puntos de vista sobre una variedad de temas, en una iniciativa que el presidente espera que genere ideas políticas y ayude a construir un nuevo “contrato” con la nación.
El hecho de que el mandatario sintiera la necesidad de escribir una carta de 2.300 palabras para iniciar una consulta refleja hasta qué punto el levantamiento de los “chalecos amarillos” sacudió su presidencia.
Antes de la carta de Macron, sólo otros dos presidentes franceses, Francois Mitterrand y Nicolas Sarkozy, habían escrito misivas al pueblo. En ambos casos eran maniobras electorales, anunciando su candidatura para un segundo mandato en el Palacio del Elíseo.
Macron, en cambio, lo hizo después de menos de dos años en el poder y busca comenzar a sanar las relaciones con un pueblo enojado por las reformas económicas liberales del líder de 41 años y las maneras monárquicas.
Su carta insistió en que no revertiría las reformas destinadas a hacer que France Inc. sea más atractiva y garantizar mejores remuneraciones. La iniciativa, dijo, era “ni una elección, ni un referéndum” sobre su liderazgo. Los opositores no se mostraron impresionados.
“Con su misiva, el jefe de Estado es, de hecho, un candidato, que busca salvar los tres años que le quedan en el cargo”, escribió el periódico de izquierda Liberación en su editorial del lunes.
El debate se centrará en cuatro temas: impuestos, energía verde, reforma institucional y ciudadanía. Las discusiones se llevarán a cabo en Internet y en los ayuntamientos durante un período de dos meses. Cuatro semanas después, en abril, Macron volverá con sus conclusiones.
“Los ‘chalecos amarillos’ quieren respuestas a sus demandas. Aquí hay una carta locuaz que retrasa cualquier respuesta para más adelante en un intento por ganar tiempo”, dijo la legisladora verde Esther Benbassa en Twitter.
“La gente preguntará. El rey Macron decidirá”, agregó Benbassa. Macron