LONDRES (Reuters) - La primera ministra británica, Theresa May, intentará romper el estancamiento del Brexit presentando propuestas en el Parlamento que previsiblemente se centren en obtener más concesiones de la Unión Europea.
Cuando faltan poco más de dos meses para que el Reino Unido salga de la Unión Europea en la fecha prevista, el 29 de marzo, no hay acuerdo en Londres sobre cómo llevar a cabo la escisión, e incluso sobre si finalmente abandona el mayor bloque comercial del mundo.
Después de que el divorcio acordado con Bruselas fuera rechazado la semana pasada por 402 diputados en un Parlamento con 650 escaños, May ha estado buscando la fórmula para lograr que el Parlamento dé su visto bueno a un acuerdo de salida.
Los intentos de llegar a un consenso con el opositor Partido Laborista han fracasado, por lo que se espera que May se concentre en ganar, con concesiones de la UE, a los más de 118 rebeldes de su propio partido y a la pequeña formación de Irlanda de Norte de la que depende su exigua mayoría parlamentaria.
En una señal de la gravedad de la crisis política en Londres, el Daily Telegraph publicó que May estaba incluso considerando enmendar el Acuerdo de Viernes Santo de 1998 que puso fin a 30 años de violencia en Irlanda del Norte.
The Daily Telegraph dijo que las fuentes de la UE consideraban irrealizable este plan de May, ya que una renegociación de un tratado internacional tan importante requeriría el consentimiento de todas las partes involucradas en Irlanda del Norte.
May dijo a ministros británicos que se centraría en lograr cambios de Bruselas diseñados con el fin de ganarse a los conservadores rebeldes y al Partido Unionista Democrático de Irlanda del Norte, dijo The Times.
May hará una declaración en el Parlamento alrededor de las 1530 horas GMT y presentará una moción sobre los próximos pasos propuestos para el Brexit, aunque algunos diputados planean arrebatarle al Gobierno el control de la salida de la UE.
Después de que se publique la moción de May, los legisladores podrán proponer enmiendas, estableciendo alternativas al acuerdo de la primera ministra.
El Parlamento está profundamente dividido en torno al Brexit, con diferentes facciones de diputados que apoyan una amplia gama de opciones, como abandonar la UE sin un acuerdo, celebrar un segundo referéndum o buscar una unión aduanera con el bloque.
Desde que Reino Unido votó (con un 52 por ciento de votos a favor y un 48 por ciento en contra) abandonar la UE en un referéndum en junio de 2016, la clase política ha estado debatiendo cómo abandonar el proyecto europeo diseñado por Francia y Alemania después de la devastación de la Segunda Guerra Mundial.
Si bien el país está dividido en torno a la pertenencia de la UE, la mayoría está de acuerdo en que la quinta economía más grande del mundo se encuentra en una encrucijada y que la decisión sobre el Brexit determinará la prosperidad de las generaciones futuras en los próximos años.
Los proeuropeos creen que la salida es un inmenso error que debilitará a Occidente, destruirá la reputación de Reino Unido como un destino estable para la inversión y socavará la posición de Londres como una de las dos principales capitales financieras del mundo.
Los partidarios del Brexit consideran que la salida les permitiría librarse de un precario proyecto liderado por Alemania que está rezagándose rápidamente por detrás de las principales potencias económicas del siglo XXI, Estados Unidos y China. UE