Escenas de bombardeo en 1993 |
WASHIGNTON (Reuters) - El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dijo el jueves que autorizó ataques aéreos contra los combatientes del Estado Islámico en Irak para proteger al personal estadounidense e inició la entrega de ayuda humanitaria para evitar el genocidio de miembros de una minoría religiosa que huyeron de sus hogares.
El presidente, en comentarios transmitidos en vivo por cadenas de televisión, dijo que ha comenzado las operaciones para ayudar a los iraquíes varados en una montaña en su búsqueda pro huir de las fuerzas del Estado Islámico, que han avanzado por el norte de Irak en las últimas semanas.
"Cuando enfrentamos una situación como la de la montaña, con gente inocente que enfrenta la posibilidad de violencia en una escala horrenda, cuando tenemos el mandato de ayudar en este caso por solicitud del Gobierno iraquí y cuando tenemos las capacidad únicas para ayudar a evitar una masacre, entonces que Estados Unidos no puede hacer vista ciega", dijo Obama.
"Podemos actuar cuidadosa y responsablemente para evitar un potencial acto de genocidio", agregó.
Obama dijo que había autorizado que el Ejército de Estados Unidos realice ataques específicos contra los milicianos si avanzan hacia la capital kurda de Arbil o si amenazan a los estadounidenses en cualquier parte del país.
"Nosotros pretendemos permanecer vigilantes y tomar medidas si estas fuerzas terroristas amenazan a nuestro personal o instalaciones en cualquier lugar de Irak, incluido nuestro consulado en Arbil y nuestra embajada en Bagdad", declaró.
Los milicianos suníes del Estado Islámico, un grupo escindido de Al Qaeda, han avanzado hasta a una distancia de 30 minutos en vehículo de Arbil e infligieron una humillante derrota a las fuerzas kurdas durante el fin de semana, lo que llevó a decenas de miles de yazidíes a abandonar el pueblo de Sinjar para refugiarse en las montañas cercanas.
Cualquier ataque aéreo sería la primera acción de combate realizada por Estados Unidos en Irak desde que terminó la guerra de ocho años en el país en el 2011.
Anteriormente este año, Estados Unidos envió un pequeño número de asesores militares para ayudar al Gobierno iraquí a abordar la amenaza de la ofensiva de los milicianos islamistas.
Cerca de la Casa Blanca previamente en el día, unas 80 personas protestaron durante horas a nombre de los yazidíes, ondeando banderas de Estados Unidos, gritando lemas y sosteniendo letreros condenando lo que llamaron un holocausto de las comunidades cristianas en Irak y Siria a manos del Estado Islámico.
Obama dijo que cualquier operación de Estados Unidos sería limitada, y prometió que no permitiría que su país sea arrastrado a otra guerra en Irak.
"Incluso al apoyar a los iraquíes mientras luchan contra estos terroristas, las tropas de combate estadounidenses no regresarán a luchar en Irak", dijo. "La única solución duradera es la reconciliación entre las comunidades iraquíes y fuerzas de seguridad iraquíes más fuertes", agregó.
El Departamento de Defensa dijo que lanzó 72 paquetes de alimentos y agua para los iraquíes que huyen de los milicianos.
Los combatientes islamistas, quienes han matado a miles y declararon un califato en las regiones iraquíes que han conquistado, ahora amenazan al Kurdistán, un región previamente considerada como un bastión de estabilidad en un país devastado por los conflictos.