Moscú, 7 feb (EFE).- Rusia saludó hoy la propuesta de un nuevo tratado de desarme nuclear hecha por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, para sustituir al moribundo INF, pero subrayó que quiere ver "proposiciones concretas" antes de negociar nada.
"Naturalmente, vimos el anuncio del presidente Trump que sugería la posibilidad de la firma de un nuevo tratado, que incluiría también a otros países. Esperaremos con interés la concreción de esta propuesta", dijo en una rueda de prensa el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia Serguéi Riabkov.
El diplomático reaccionaba así a la declaración que hizo Trump durante su discurso sobre el Estado de la Unión en la que el líder estadounidense abrió la puerta para negociar un nuevo pacto nuclear con Rusia, China y otros países tras dar por finalizado el tratado INF sobre la eliminación de misiles de medio y corto alcance.
"Quizás podamos negociar un diferente acuerdo, añadiendo a China y a otros, o quizás no podamos. En ese caso, invertiremos e innovaremos más que todos los demás de lejos", dijo Trump.
Riabkov subrayó que en cualquier caso unas conversaciones multilaterales sobre el hipotético sustituto del INF, el primer tratado de desarme de la Guerra Fría y uno de los pilares de la seguridad estratégica global, deben comenzar con la definición del alcance y el marco del nuevo acuerdo.
"Hasta que no concretemos la sustancia del futuro acuerdo, por lo menos debemos definir el marco: qué es objeto de este (tratado) y qué queda fuera", apuntó.
Recordó que en el pasado Moscú ya propuso en numerosas ocasiones darle al INF "un carácter más amplio, multilateral e, idealmente, universal".
Al mismo tiempo, volvió a rechazar las acusaciones de Estados Unidos de infringir Rusia las cláusulas del acuerdo suscrito en 1987 y culpó a Washington de no respetarlo desde hace - ni más ni menos - "dieciocho años".
EEUU anunció el pasado viernes que suspende el cumplimiento de las obligaciones relacionadas con el INF ante la negativa rusa de destruir el misil de crucero ruso Novator 9M729 (SSC-8, según la clasificación de la OTAN), que según Washington viola el tratado.
Al día siguiente, el presidente ruso, Vladímir Putin, anunció que Rusia también renunciaba al tratado nuclear en respuesta a la decisión de EEUU. A la vez, autorizó al Ministerio de Defensa a comenzar las labores para el desarrollo de nuevos misiles de alcance medio.
Riabkov comentó a este respecto que ante la actitud negativa de EEUU, Rusia, que tomó unas "medidas de transparencia sin precedentes" para demostrar su compromiso con el INF, no se quedaría de brazos cruzados y garantizaría su seguridad de manera "exhaustiva".
"En medio de las nuevas amenazas creadas por Washington naturalmente tomaremos medidas exhaustivas para garantizar nuestra seguridad", dijo el viceministro, quien sostuvo que Rusia está preparada para reaccionar a los intentos de países occidentales de "contenerla militarmente".
Por otra parte, Riabkov destacó que el futuro del sistema de control de armas depende ahora también de la prolongación del tratado START-3, que limita el armamento estratégico ofensivo, y llamó a "duplicar los esfuerzos" para salvar el acuerdo,que expira en 2021.
"Casi no queda tiempo, hay que solucionarlo este año", dijo, al recordar que en 2020, en vísperas de las elecciones presidenciales estadounidenses, la Administración de EEUU a duras penas querrá tomar decisiones sobre asuntos que afectan a su seguridad nacional.
En este sentido, criticó la reticencia que muestra Washington a abrir las negociaciones parar renovar el START-3, lo que, dijo, hace "sospechar" que EEUU "prepara el terreno" para no solucionar el problema y simplemente "dejará que el tratado expire el 5 de febrero de 2021".
Todo ello, según Riabkov, resume bastante bien la política de Estados Unidos de los últimos años encaminada a deshacerse de todas las restricciones asumidas en el marco de tratados internacionales y a querer "limitar la soberanía y la libertad de otros Estados".
Varios expertos rusos opinan que el INF está ya condenado, mientras aún confían en que las negociaciones sobre el START-3, que ni siquiera han empezado, lleguen a buen puerto antes de las elecciones de noviembre de 2020 en EEUU. Mundo