BRUSELAS (Reuters) - España reclamó la victoria en su disputa con Reino Unido sobre el estatus de Gibraltar, después de que el Parlamento Europeo aprobó una ley en la que se define a la pequeña península como una “colonia de la Corona británica”.
Esta pugna podría ser un anticipo de la pérdida de peso de Reino Unido una vez abandone la Unión Europea, que probablemente dará siempre antes la razón a un estado miembro que a otro ajeno al bloque.
La referencia molestó a Londres, que retrasó la tramitación de una norma que ya había sido aprobada por la Comisión Europea y que busca garantizar que los británicos puedan visitar la UE por un plazo de hasta 90 días sin necesidad de visado aunque Reino Unido salga del bloque sin un acuerdo, siempre y cuando se adopte una medida recíproca con los ciudadanos europeos.
Un portavoz del Gobierno español dijo que es “la primera vez que el Parlamento Europeo y el Consejo Europeo, es decir los Estados miembros, asumen que Gibraltar es una colonia, algo que ya reconoce Naciones Unidas”. Asimismo, añadió que es “un gran paso adelante para la posición y reivindicaciones formuladas por España”.
España cedió a Reino Unido el enclave tras una guerra en 1713, pero ahora reclama su soberanía. Gibraltar era una “colonia de la Corona” cuando Reino Unido entró en el bloque europeo en 1973, pero Londres reclasificó su estatus al de “territorio británico de ultramar” en 2002.
Altos funcionarios dijeron que Reino Unido no puso objeciones cuando el Tribunal de Justicia Europeo dijo en sentencias de 2006 y 2017 que Gibraltar es “una colonia de la Corona británica” en lugar de formar parte del Reino Unido. Pero Londres se ha irritado ante el intento de España de intensificar la disputa por la soberanía en el marco del Brexit.
Una portavoz británica dijo en febrero que Gibraltar es “una parte integral de la familia del Reino Unido” y que resulta “totalmente inapropiado” describirla como colonia.
Los gibraltareños, cuya economía depende de una frontera abierta con España, votaron abrumadoramente por permanecer en la UE en el referéndum británico del Brexit de 2016. Reuters