VLADIVOSTOK, Rusia (Reuters) - El presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el jueves tras sostener sus primeras conversaciones cara a cara con el líder norcoreano, Kim Jong Un, que las garantías de seguridad prometidas por Estados Unidos probablemente no serán suficientes para persuadir a Pyongyang a que ponga fin a su programa nuclear.
Putin y Kim sostuvieron conversaciones en una isla cercana a la ciudad rusa de Vladivostok, dos meses después de que la cumbre del líder norcoreano con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, terminó con desacuerdos, moderando las esperanzas de lograr avances en una disputa sobre temas nucleares que se extiende por décadas.
Las conversaciones entre Putin y Kim no parecen haber generado ningún avance importante. Pero, el mandatario ruso, que utiliza la cumbre para pulir las credenciales diplomáticas de Rusia a nivel global, dijo que cualquier garantía de Washington podría requerir apoyo de las otras naciones involucradas en las anteriores negociaciones a seis bandas sobre el tema nuclear.
Eso significaría incluir a Rusia, China, Japón y Corea del Sur, además de Estados Unidos y Corea del Norte, un formato de larga data que ha sido dejado de lado por los esfuerzos unilaterales de Estados Unidos para negociar un acuerdo.
“Ellos (los norcoreanos) solo necesitan garantías sobre su seguridad. Eso es todo. Juntos debemos pensar en esto”, dijo Putin a reporteros después de conversar con Kim. “Es improbable que cualquier acuerdo entre dos países sea suficiente”, agregó.
Tales garantías tendrían que ser internacionales, legalmente vinculantes y garantizar la soberanía de Corea del Norte, aseguró Putin.
Ambos líderes parecieron llevarse bien. La primera reunión entre Putin y Kim, que incluyó conversaciones en la que solo unos pocos asesores estuvieron presentes, duró el doble de los 50 minutos asignados en la agenda.
Putin describió a Kim como “bastante abierto” y como una persona “reflexiva” e “interesante”.
MÚSICA Y REGALOS
Tras prometer informar a los líderes de China y Estados Unidos sobre las conversaciones, Putin dijo que cree posible un acuerdo sobre el programa nuclear de Pyongyang y que la manera de lograrlo es avanzar paso a paso para generar confianza.
Kim, quien llegó a Vladivostok el miércoles a bordo de su tren blindado, expresó que la situación en la Península de Corea “es un tema en el que el mundo está muy interesado”.
El líder norcoreano no habló posteriormente con los medios de comunicación, pero se estrechó la mano con Putin antes de ser trasladado en su limusina.
Los dos líderes asistieron anteriormente a una cena de gala donde brindaron y observaron números musicales y bailes tradicionales realizados por artistas rusos. El espectáculo incluyó la canción clásica rusa “Ojos Negros” y una canción coreana llamada “El Gran Comandante”, informaron medios estatales rusos.
Ambos mandatarios también intercambiaron regalos. Kim le entregó a Putin una espada tradicional coreana, mientras que el presidente ruso le dio a su par norcoreano un sable y un servicio de té adecuado para el uso en su tren blindado.
“Cuando las armas modernas no existían, se usaban estas espadas”, dijo Kim a Putin según medios rusos. “Ellas encarnan la fuerza, mi alma y nuestra gente que te apoya”.
La última cumbre de Putin con un líder norcoreano fue en 2002, cuando su par era Kim Jong Il, el padre y predecesor de Kim Jong Un. Kim Jong Il también se reunió en 2011 con Dmitry Medvedev, entonces presidente de Rusia y ahora primer ministro. Reuters
El presidente ruso, Vladimir Putin, y el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, conversan en Vladivostok, Rusia. Abril 25, 2019. Sputnik/Alexei Nikolsky/Kremlin