Seúl, 9 may (EFE).- Corea del Norte disparó hoy dos misiles balísticos de corto alcance, endureciendo así su postura en pleno atasco del diálogo con EE.UU. y empeorando el clima en la península coreana.
"Corea del Norte disparó hoy dos proyectiles que se estima que son misiles de corto alcance desde la provincia de Piongyang del Norte a las 16.29 y 16.49 hora local (7.29 y 7.49 GMT) en dirección este y con un alcance de 420 y 270 kilómetros", explicó en un comunicado el Estado Mayor Conjunto surcoreano (JCS).
El texto añadió que los proyectiles cayeron en el Mar del Este (nombre que recibe el Mar de Japón en las dos Coreas).
La prueba se realizó en las cercanías de Sino-ri (unos 75 kilómetros al noroeste de Pionyang), donde el régimen tiene una base que ha jugado un importante papel en el desarrollo de misiles de alcance intermedio para el ejército norcoreano.
Japón, por su parte, explicó que no hay indicaciones de que los proyectiles cayeran en torno a su zona económica exclusiva (EEZ) y que por ello los lanzamientos no afectan en un principio a la seguridad nacional.
Esta prueba de armas llega apenas cinco días después de que Corea del Norte disparara también varios proyectiles, algunos de los cuales se cree que eran misiles de corto alcance similares al Iskander ruso.
Estas acciones endurecen el tono de Pionyang en pleno estancamiento de las conversaciones con Washington tras la fallida cumbre de Hanói y parecen exigir un pronto retorno a la mesa de negociación y posturas mas flexibles.
En Hanói el régimen pidió una desnuclearización y una relajación de sanciones gradual, algo que la Casa Blanca, que apuesta por un desarme norcoreano inmediato, consideró inaceptable.
Disparar este tipo de proyectiles viola las resoluciones de la ONU, que prohíben a Corea del Norte testar cualquier tipo de misiles balísticos o tecnología relacionada, aunque el propio presidente surcoreano, Moon Jae-in, consideró en una entrevista televisada que es demasiado pronto para hacer valoraciones en el sentido de eventuales violaciones por parte de Pionyang.
La última vez que se confirmó que el ejército norcoreano probó un misil de este tipo fue en noviembre de 2017, cuando disparó uno intercontinental -con capacidad para alcanzar EE.UU.- más sofisticado.
En abril de 2018, en pleno acercamiento con Seúl y Washington, el líder norcoreano, Kim Jong-un, anunció que detendría las pruebas nucleares y de misiles balísticos intercontinentales (ICBM) tras considerar la "situación favorable" y tras proclamar meses antes que su programa nuclear estaba completo y no requería de más pruebas.
Aunque este compromiso no sea fruto de un acuerdo suscrito entre Kim y el presidente de EE.UU., Donald Trump, este ha declarado que, por el momento, está satisfecho con esta moratoria.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, subrayó el fin de semana que la prueba realizada el sábado no suponía un problema para el diálogo porque no implicaba "sistemas de misiles intercontinentales, los que amenazan a EE.UU."
El presidente surcoreano se mostró hoy igualmente moderado pese a admitir en televisión que el comportamiento norcoreano complica los esfuerzos para dialogar.
Moon consideró que la prueba armamentística parece mostrar que el régimen "está descontento con el resultado de la cumbre de Hanoi" y que Pionyang cree que "esta acción añade presión para modificar nuestras posturas".
Por otro lado, afirmó que Seúl sigue adelante con su plan de enviar ayuda alimentaria al Norte, donde unos 10 millones de personas (un 40 % de la población) encaran una inminente escasez de comida tras la peor cosecha en una década.
El lanzamiento de hoy coincide además con la visita a Seúl del enviado especial de EE.UU. para Corea del Norte, Stephen Biegun, para tratar la actual situación en la península.
Se espera que entre los temas a tratar se cuente el envío de alimentos a Corea del Norte, un tema complejo dado el actual marco de sanciones que pesa sobre el hermético país asiático. Mundo
Varios surcoreanos siguen por televisión el lanzamiento de una serie de proyectiles no identificados desde Corea del Norte, en la Estación de Seúl (Corea del Sur), este jueves. EFE