La primera ministra británica anuncia también que dejará en manos del Parlamento la decisión de permanecer dentro de una unión aduanera con BruselasLa primera ministra británica, Theresa May.
Theresa May ha abierto este martes por primera vez las puertas a un segundo referéndum de la Unión Europea. La primera ministra británica ha anunciado que la ley para el acuerdo del Brexit, que será sometido por cuarta vez a votación a primeros de junio, incluirá la posibilidad de celebrar o no celebrar una nueva consulta popular sobre la permanencia en la UE.
"Yo soy contraria a esa opción, pero admito que hay parlamentarios que la quieren", ha declarado May durante un discurso en Londres, anunciado como un 'new deal' para el Brexit. "Esto significa que si hay diputados que quieren un segundo referéndum, deberían votar a favor de la ley".
En un intento de salvar in extremis su acuerdo, con la mano tendida tanto a conservadores como a laboristas, May ha anunciado también que dejará en manos del Parlamento la decisión de permanecer dentro de una unión aduanera con Bruselas.
"En las recientes negociaciones no pudimos ponernos de acuerdo", ha reconocido May. "Los laborsitas quieren una unión permanente y el Gobierno ofreció una unión temporal... El Parlamento resolverá esta cuestión".
May ha intentado tender el anzuelo a los diputados laboristas con dos concecisones muy específicas: la aprobación de una declaración de derechos de los trabajadores y la homologación de los derechos ambientales de la UE, dos de los principales puntos en las conversaciones que mantuvo con el líder de la oposición Jeremy Corbyn.
La 'premier' ha recordado que bastaría con que 30 diputados cambiaran de opinión y votaran a favor de su acuerdo, que fue rechazado la última vez por 344 votos a 286. May ha recordado su oferta de abandonar su puesto "antes de lo que yo habría deseado", en un último guiño a los 34 'tories' del ala dura que votaron contra ella la última ocasión, más los 10 parlamentarios del Partido Democrático Unionista (DUP).
En su decálogo final, la mandataria ha arrancado precisamente con una nueva oferta a los unionistas, asegurando que el Gobierno británico buscará "disposiciones alternativas" a la polémica "salvaguarda" irlandesa para que no tenga que ser usada en diciembre del 2020, cuando concluiría inicialmente el período de transición.
May ha asegurado también "un comercio con la UE con la mínima fricción posible", fuera del mercado único y poniendo fin a la libertad de movimientos. La 'premier' ha prometido atención especial a los productos agrícolas y a los productos industriales para "proteger miles de puestos de trabajo" que dependen de las cadenas de suministro.