TEHERÁN (AP) — La participación de los iraníes en las elecciones parlamentarias fue menor a 50% por primera vez desde la revolución de 1979 que condujo a un establecimiento teocrático chiita al poder.
Así lo informó el domingo el Ministerio del Interior de Irán, calculando que el número de votantes se situó en 42,57%.
Muchos ven la baja participación como un indicador de cómo los iraníes ven al gobierno y de una posible insatisfacción generalizada con los gobernantes religiosos.
Los votantes tenían opciones limitadas el viernes, después de que más de 7.000 posibles candidatos _la mayoría, reformistas y moderados_ fueron descalificados. Entre ellos había 90 miembros actuales del Parlamento de 290 escaños que querían reelegirse.
Los candidatos ultraconservadores ganaron los 30 escaños parlamentarios que otorgaba la capital de Irán, Teherán, informó el domingo la televisora estatal. El exalcalde de Teherán Mohammad Bagher Qalibaf, uno de los favoritos al puesto de presidente del Parlamento, fue el más votado en la capital con más de 1,2 millones de sufragios.
El líder supremo de Irán afirmó el domingo que se utilizó “propaganda” enemiga para exagerar la amenaza del coronavirus en el país e intentar disuadir a la gente de ir a votar.
Irán ha sufrido una serie de crisis en el último año, como protestas generalizadas contra el gobierno en noviembre y sanciones estadounidenses que agravan la presión sobre su maltrecha economía.
En la víspera de la votación, el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, calificó las elecciones iraníes de “farsa” y el gobierno anunció sanciones contra cinco funcionarios electorales de Irán.
En declaraciones desde su oficina en Teherán, el ayatolá Ali Jamenei acusó a la “propaganda negativa” de los enemigos del país por intentar disuadir a la gente de votar el viernes.
“Sus medios no perdieron la más mínima oportunidad para disuadir a la gente y recurrir al pretexto de enfermedades y el virus”, dijo.
Irán reportó su primer caso del virus dos días antes de las elecciones nacionales, y ocho muertes desde entonces. Es la mayor cifra de muertos por el virus fuera de China, donde se detectó el brote hace dos meses.
Irán ha confirmado 43 casos en total en al menos cinco ciudades distintas, incluida la capital, Teherán, donde algunas farmacias se quedaron sin mascarillas y desinfectante de manos.
Las escuelas en Teherán y otras cuatro ciudades cerraron dos días, a partir del domingo, para evitar la propagación del virus. Las autoridades también suspendieron los partidos de fútbol y las presentaciones en cines y otros recintos.
Las autoridades en todo el país instaron a la gente a votar en los días previos a los comicios, pese al creciente temor por la propagación del virus.
Mientras, la agencia oficial de noticias IRNA dijo que el conteo de votos había terminado, con 201 de 208 circunscripciones decididas. Las otras siete, relativamente pequeñas, se decidirían con una segunda vuelta electoral en abril.
También el domingo, el ministro de Relaciones Exteriores, Mohammad Javad Zarif, bromeó acerca de estrecharle la mano a su homólogo austríaco Alexander Schallenberg, quien está de visita en Irán. “Tenemos que estrecharles la mano, no se preocupen, no tengo coronavirus”, dijo el canciller iraní a los periodistas.
En su reunión con el canciller austriaco, el presidente Hasán Ruhani bromeó diciendo que las sanciones de Estados Unidos contra Irán “son como el coronavirus”, causando más miedo que la realidad, informó la agencia oficial de noticias IRNA. El mandatario instó a Europa a resistir la presión estadounidense.
Schallenberg está en Teherán mientras los países europeos buscan mantener vivo el acuerdo nuclear firmado con Irán, el cual sufrió un duro golpe desde que Estados Unidos se retiró. AP
Líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, coloca su voto el pasado viernes.