Los mandatarios advierten, sin embargo, que es solo un primer paso para conseguir una paz efectiva. "Es un alivio para Europa, una esperanza para Ucrania", afirmó el presidente francés Hollande sobre la tregua.
Los mandatarios de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, reunidos en la capital bielorrusa de Minsk, lograron hoy un acuerdo para un cese del fuego en Ucrania que entrará en vigor este domingo. Después de más de 17 horas de negociaciones, el resultado del diálogo entre el ruso Vladimir Putin, el ucraniano Petro Poroshenko, el francés François Hollande y la alemana Angela Merkel alienta la esperanza de que pronto callen las armas.
El acuerdo, de 13 puntos, establece un alto el fuego que entrará en vigor a partir de las 00:00 horas del domingo (22:00 GMT del sábado) y estipula que en un plazo de dos semanas ambas partes retirarán su armamento pesado a 140 kilómetros de la línea del frente, según la transcripción publicada por la oficina de Putin.
Reconocimiento implícito del avance
En una difícil maniobra de compromiso, la línea de desmilitarización se ha calculado partiendo de dos líneas diferentes de alto el fuego: para las tropas de Kiev rige la actual línea del frente, mientras que para los separatistas se adoptó la existente durante el primer acuerdo de Minsk, en septiembre pasado. La zona de desmilitarización será así bastante más amplia de lo previsto inicialmente, reconociendo implícitamente las conquistas de territorio logradas por los separatistas desde el primer acuerdo de Minsk.
Las autoridades militares ucranianas denunciaron hoy, no obstante, que los separatistas prorrusos recibieron anoche desde Rusia 130 unidades de armamento pesado, en una columna que entró en territorio ucraniano por el paso de Izvárino, controlado por los independentistas. Informó el portavoz del mando ucraniano, Andrei Lisenko, detallando la composición del convoy.
"El enemigo –dijo– continúa reforzándose en las zonas más peligrosas, especialmente en el nordeste de la región de Lugansk, y en dirección a Debáltsevo", importante nudo de comunicaciones que une esa región con la vecina Donetsk. Los independentistas afirman mantener cercada esa estratégica población y podrían intentar tomarla antes de que entre en vigor el alto el fuego.
El líder separatista de la autoproclamada 'república de Donetsk', Alexander Zajarchenko, por su parte, advirtió que esta podría ser la última vez que llega a un acuerdo con Ucrania. "Si hay cualquier violación, no habrá más reuniones ni memorándums", afirmó.
Control de las fronteras y liberación de prisioneros
El acuerdo también prevé que Ucrania recupere el control de sus fronteras con Rusia, parte de las cuales están ahora controladas por los separatistas. Pero eso sólo ocurrirá una vez que Kiev aborde una reforma constitucional que ofrezca una "descentralización" a los territorios separatistas y celebre elecciones locales.
Los países firmantes se comprometen a crear un "mecanismo de supervisión" que certifique su cumplimiento. Además, Francia y Alemania asesorarán a las regiones separatistas para restaurar su sistema bancario. Poroshenko se ha comprometido, por su parte, a liberar antes de 19 días a todos los prisioneros.
Queda mucho por hacer
"Es un alivio para Europa, una esperanza para Ucrania y un excelente ejemplo de lo que Francia y Alemania pueden hacer por la paz", indicó por su parte Hollande sobre la tregua. "Llamamos a ambas partes a la moderación y a evitar el innecesario derramamiento de sangre", subrayó por su parte Putin, al que el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, ha pedido que siga utilizando su influencia sobre las tropas separatistas.
Los hechos importan más que "las palabras en un trozo de papel", apuntó en el mismo sentido el premier británico, David Cameron. "Putin debe saber que a menos que su comportamiento cambie, no se modificarán las sanciones vigentes", advirtió. Para el primer ministro finlandés, sin embargo, este no es el momento de discutir más sanciones. "Creo que debemos darle una oportunidad a la paz", opinó.