Moscú/Bishkek/San Petersburgo, Rusia, 4 de abril, 2017 (Reuters). El principal sospechoso detrás de la explosión en el metro de San Petersburgo que en la víspera dejó 14 muertos y 50 heridos es un ciudadano ruso nacido en Kirguistán, confirmaron el martes funcionarios de Moscú.
El comité de investigación estatal de Rusia dijo que la pesquisa había permitido identificar a Akbarzhon Jalilov como el presunto responsable del ataque, respaldando un comunicado previo de los servicios de seguridad de Kirguistán. Trazas genéticas fueron halladas en un bolso que contenía un dispositivo explosivo, agregó el comité investigador ruso.
"A partir de la evidencia genética y las cámaras de seguridad, hay motivos para creer que la persona detrás del acto terrorista en el vagón del tren fue la misma que dejó un bolso con un dispositivo explosivo en la estación Ploshchad Vosstaniya", agregaron las autoridades rusas en un comunicado.
El sospechoso tenía lazos con el islamismo radical, dijeron medios rusos citando a funcionarios de seguridad del estado de Asia central de mayoría musulmana donde nació el joven, lo que aumenta las posibilidades de que el ataque haya sido inspirado por Estado Islámico.
Hasta el momento nadie se adjudicó la responsabilidad del ataque. Los servicios de seguridad de Kirguistán indicaron que Jalilov nació en la ciudad de Osh en 1995. Kirguistán es una ex república soviética de 6 millones de habitantes, aliada política muy cercana de Moscú y que alberga una base militar rusa.
La explosión del martes por la tarde se produjo cuando el tren pasaba por un túnel en las profundidades del subterráneo, amplificando la fuerza del estallido. Investigadores estatales dijeron que fragmentos del cuerpo del sospechoso habían sido hallados entre las víctimas, lo que indicaba que se trató de un ataque suicida con bomba.
El Comité Nacional Antiterrorista ruso dijo el lunes que un dispositivo explosivo había sido hallado en otra estación, escondido detrás de un extintor, pero que había sido desactivado. No estaba claro quién colocó ese dispositivo.
Rusia está en alerta por posibles ataques en su territorio como represalia a su intervención en Siria, donde las fuerzas de Moscú brindan apoyo a las tropas leales al presidente Bashar al-Assad. El grupo radical Estado Islámico ha amenazado varias veces con perpetrar ataques en venganza.