KIEV/DONETSK (Reuters) - Ucrania acusó a las fuerzas rusas de realizar una nueva incursión militar a través de su frontera el miércoles, un día después de que los líderes de ambos países acordaron trabajar para poner fin a una guerra separatista en el este del país.
La acusación, que no pudo ser verificada de inmediato, rápidamente opacó cualquier sensación de cauteloso optimismo tras las conversaciones del martes por la noche entre los presidentes Vladimir Putin y Petro Poroshenko para resolver el conflicto de cinco meses.
El portavoz militar ucraniano, Andriy Lysenko, dijo que un grupo de soldados rusos había cruzado la frontera en transportes blindados y que un camión había entrado en el poblado oriental de Amvrosiyivka, no lejos de donde Ucrania detuvo a 10 soldados rusos el lunes.
Lysenko agregó que 200 separatistas prorrusos murieron en combates en Horlivka y Ilovaysk. También afirmó que en las últimas 24 horas han muerto 13 miembros de las fuerzas de seguridad ucranianas y que 36 han resultado heridos.
El Ministerio de Defensa ruso no hizo comentarios inmediatos sobre la supuesta incursión.
Rusia ha negado en reiteradas oportunidades que envíe armas y soldados para ayudar a rebeldes en el este de Ucrania y afirma que los hombres capturados el lunes cruzaron por error una sección no marcada de la frontera.
Las acusaciones de un involucramiento directo ruso están en el corazón de la crisis, en que Estados Unidos y la Unión Europea han impuesto sanciones a Rusia, y Moscú ha respondido con acciones similares.
Poroshenko prometió tras reunirse con Putin que trabajará en un plan urgente de cese del fuego para desactivar el conflicto, en que los rebeldes han declarado dos repúblicas independientes en el este del país, formando una región a la que se refieren como Novorossiya, que significa "Nueva Rusia".
Un líder rebelde, Oleg Tsaryov, escribió en Facebook que recibía con beneplácito las conversaciones, pero que los separatistas no se conformarán sin otra cosa que no sea la independencia total.
"Debe entenderse que un arreglo genuino de la situación sólo es posible con la participación de representantes de Novorossiya. No permitiremos que se decida nuestra suerte a nuestras espaldas", explicó.
La crisis actual se precipitó en abril, un mes después de que Rusia anexó la península ucraniana de Crimea en respuesta a la destitución de un presidente prorruso en Kiev.
Un informe de Naciones Unidas obtenido por Reuters el martes sostiene que más de 2.200 personas han muerto en hechos de violencia durante la crisis.
Remarcando aún más la desconfianza entre Kiev y Moscú, el primer ministro ucraniano, Arseny Yatseniuk, llamó a la OTAN a ofrecer "ayuda práctica" a Ucrania en una cumbre de la alianza en Gales el mes próximo.
También dijo que sabe de planes de Rusia para detener los flujos de gas a Europa este invierno boreal, de los cuales la mitad es enviado a través de gasoductos que pasan por Ucrania.
Rusia recortó los envíos de gas a Ucrania en junio en una disputa por precios y deudas, pero ha seguido abasteciendo a Europa.