En una rueda de prensa conjunta, Merkel deseó al Gobierno francés que tenga éxito en la implementación del "ambicioso y complicado" programa de reformas que le ha presentado durante el encuentro el político galo.
En este sentido, la canciller hizo hincapié en el compromiso de Francia y Alemania de llevar a cabo de forma conjunta los esfuerzos que sean "necesarios", que luego serán evaluados por la Comisión Europea.
Merkel aseguró que su principal preocupación es que Europa sea "creíble", por lo que es necesario que Francia y Alemania se atengan a lo acordado, en referencia al Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC).
Sin embargo, la canciller también añadió que el pacto permite cierta flexibilidad en su aplicación, aunque debe ser la CE la que evalúe lo que ha hecho Francia. Por ello, Alemania apoyará lo que decida Bruselas y no dará su propia opinión.
Asimismo, incidió en que las reformas no son un fin en sí mismas, sino que sirven para mejorar la calidad de vida y la situación de muchos desempleados. En su opinión, el objetivo es hacer del euro una moneda estable que impulse el crecimiento en Europa y subraye la credibilidad de sus decisiones.
Por su parte, Valls reiteró que es necesario fortalecer los esfuerzos financieros y aseguró a los alemanes que se realizarán las reformas estructurales que habían sido anunciadas y nunca implementadas. "Las reformas serían implementadas en todo caso, porque tenemos la mayoría necesaria en el Parlamento", agregó.
