El presidente egipcio, Abdel Fattah al Sisi, declaró en la madrugada de hoy el estado de excepción en una parte de la península del Sinaí, como consecuencia de los sangrientos ataques contra soldados que causaron al menos 31 muertos y otra treintena de heridos en dos puestos fronterizos.
Según informan medios estatales, la medida fue decidida por Al Sisi tras una reunión con el Consejo Nacional de Defensa. El estado de excepción tiene una vigencia de tres meses y establece un toque de queda desde las 17:00 a las 7:00 horas. "El Consejo garantiza a las familias de los mártires y del grandioso pueblo egipcio que vengará la sangre derramada", señala el órgano en un comunicado.
Frontera con Gaza
Las autoridades egipcias cerraron además de manera indefinida el paso de Rafah, que conecta con la Franja de Gaza, único paso fronterizo de la región autónoma no controlado por Israel. Además, durante la vigencia del estado de excepción, las fuerzas egipcias podrán tomar las medidas que consideren para enfrentarse al terrorismo y garantizar la seguridad de la zona, así como para proteger las propiedades y la vida de las personas.
El viernes, un atentado suicida con coche bomba en un puesto de control mató a 28 soldados y dejó heridos a otros 30. Fue el atentado más sangriento de los perpetrados contra las fuerzas de seguridad egipcias desde el derrocamiento del presidente islamista Mohamed Mursi en julio de 2013. Horas más tarde, tres agentes de seguridad perdieron la vida al ser abatidos por extremistas en otro puesto de control.