Un ataque suicida con bomba contra un vehículo de la embajada británica de la capital afgana dejó el jueves cinco muertos, entre ellos un británico, dijo el Ministerio del Interior del país asiático.
La explosión, que se produjo en el este de Kabul, hirió a 33 personas, entre ellas varios transeúntes. El hecho es el más reciente de una ola de atentados que se ha registrado en Kabul durante el último tiempo, mientras gran parte de las tropas extranjeras se preparan para retirarse del país antes de fin de año.
Insurgentes talibanes, que han ido ganando terreno desde que fueron expulsados del poder por la coalición liderada por Estados Unidos en 2001, se adjudicaron la responsabilidad del ataque, diciendo que estaba "dirigido contra las fuerzas invasoras extranjeras".
La embajada británica confirmó que hubo heridos entre las personas del vehículo, pero no hizo comentarios sobre posibles muertes.
"Puedo confirmar que era un vehículo británico y que hay algunos heridos. Estamos trabajando con las autoridades afganas", dijo el portavoz, que pidió no ser identificado.
Una fuente de seguridad occidental dijo que uno de los empleados británicos que viajaba en el vehículo había muerto en el hospital, mientras que otro ciudadano británico se encontraba herido y en condición estable.
Un testigo de Reuters vio que al menos uno de los sobrevivientes fue sacado del auto carbonizado por un miembro de la seguridad británica.
El Ministerio del Interior informó inicialmente que la explosión fue un atentado suicida causado por una motocicleta, pero más tarde dijo que el atacante viajaba en automovil.
La capital afgana ha sido golpeada por una ola de ataques en las últimas semanas y el del jueves fue al menos el cuarto desde el lunes, cuando dos soldados estadounidenses murieron tras una fuerte explosión cerca del aeropuerto.