PEKÍN (Reuters) - Estados Unidos y China anunciaron el miércoles un plan conjunto sin precedentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, el punto más importante de una serie de conversaciones bilaterales intensivas entre el presidente Barack Obama y su homólogo chino, Xi Jinping.
Estados Unidos y China tienen fuertes lazos económicos y comerciales, pero han estado en desacuerdo sobre una amplia gama de temas, desde las reivindicaciones territoriales de Pekín en el este y el sudeste de Asia al ciberespionaje, el comercio y los derechos humanos.
Obama, que se reunió con Xi en el Gran Salón del Pueblo en Pekín para sus primeras conversaciones formales en más de un año después de una cena la noche anterior, dijo que daba la bienvenida a una China que es pacífica, próspera y estable.
El martes, ambos líderes hablaron durante cinco horas durante y después de la cena, dos horas más de lo previsto, dijeron las autoridades.
Obama añadió que China y Estados Unidos tienen diferencias importantes, pero se mostró animado por la voluntad de Xi de participar de manera constructiva.
"Hay diferencias importantes que tenemos tanto en la práctica como en la visión de nuestros respectivos países y nuestra conducta en la política exterior", dijo.
"Pero me ha alentado su buena voluntad, señor presidente, para entablar un diálogo constructivo", sostuvo Obama.
"Nuestros dos países tienen enormes intereses en el éxito del otro", agregó Obama. "Estados Unidos da la bienvenida a una China que es pacífica, próspera y estable".
Xi dijo a Obama que China y Estados Unidos deben ampliar las zonas en las que pueden y deben cooperar.
A pesar de que los responsables estadounidenses expresaron bajas expectativas de logros importantes antes del viaje, ambas partes han logrado una serie de modestos logros bastante significativos en el transcurso de la visita en materia de visados, el comercio, el clima y lazos militares.
Aún así, a pesar de la cordialidad mostrada por ambos líderes durante sus interacciones públicas, especialmente en una cumbre de líderes del Asia-Pacífico en los dos días previos, aún hay diferencias profundas.
Obama dijo a Xi que Estados Unidos desearía que las elecciones en el territorio chino de Hong Kong fueran libres y justas y reflejen la voluntad del pueblo, generando una réplica de Xi ante los periodistas, que dijo que lo que sucede en Hong Kong es un asunto interno de China.
CHINA NO ES EL OBJETIVO
Xi restó importancia a la controversia sobre las visiones que compiten por el libre comercio en el Pacífico Asiático, que fueron el trasfondo del foro de la Cooperación Económica del Pacífico Asiático (APEC) al principio de la semana.
Washington está trabajando en un acuerdo de 12 países, la Sociedad Transpacífica (TPP), que excluye a China y es ampliamente vista como el eje central de la política de Obama en la zona.
Pero Pekín había usado la APEC para impulsar un estudio sobre el Área de Libre Comercio del Pacífico Asiático (FTAAP), un marco que algunos han visto como un contraataque a la TPP.
"No veo que ninguno de los acuerdos regionales de libre comercio tengan como objetivo a China. China se ha comprometido a abrir el regionalismo y creemos que las varias iniciativas regionales de cooperación podrían interactuar entre sí positivamente. Ese es el caso ahora mismo", dijo Xi.