Kenneth Bae y Matthew Todd Miller |
TACOMA EEUU (Reuters) - Dos estadounidenses liberados por Corea del Norte se bajaron del avión y fueron recibidos por familiares al volver a Estados Unidos el sábado en la noche, tras el sorpresivo involucramiento del funcionario de inteligencia de mayor rango del país, que viajó a Pyongyang para llevarlos a casa.
Kenneth Bae y Matthew Todd Miller, que habían estado realizando trabajos forzados durante meses en Corea del Norte, fueron acompañados en su viaje a casa por el director nacional de inteligencia, James Clapper, dijo un alto funcionario estadounidense.
Su liberación tuvo lugar menos de tres semanas después de que Pyongyang dejara en libertad a otro estadounidense, Jeffrey Fowle, de 56 años, un trabajador vial de Ohio que fue arrestado en mayo por dejar una Biblia en un club de marineros en la ciudad norcoreana de Chongjin, en donde se encontraba en calidad de turista.
Los dos hombres llegaron a la base conjunta Lewis-McChord, cerca de Tacoma, en el estado de Washington, en un avión Boeing C-40 Clipper que tenía escritas las palabras "Estados Unidos de América".
Bae, sonriente, salió de la aeronave y en una emotiva reunión saludó sobre la pista a su madre, hermana, cuñado y a sus dos pequeñas sobrinas.
Miller se bajó minutos después y también abrazó a sus familiares. Ambos lucían un cabello muy corto.
Bae, un misionero coreano-estadounidense de 46 años de Lynnwood, al norte de Seattle, fue arrestado en noviembre del 2012 en Corea del Norte y sentenciado a 15 años de trabajos forzados por crímenes contra el Estado.
Miller, de alrededor de 25 años, fue condenado por un cargo de espionaje y estaba en custodia desde abril, sirviendo una sentencia de seis años de trabajos forzados.
Bae agradeció al presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y al Gobierno de Corea del Norte por su libertad y dijo que apreciaba los pensamientos y oraciones de la gente que lo apoyó.
"Han sido dos años increíbles, aprendí mucho, crecí mucho, perdí mucho peso -de buena forma- pero estoy fuerte debido a ustedes y gracias por estar ahí en un momento como este", declaró Bae en una conferencia de prensa.
Al ser consultado sobre su salud, Bae dijo que aún está recuperándose. Su familia expresó preocupación sobre su bienestar durante su detención, pues informó que padecía de diabetes, un corazón expandido, una visión en deterioro y dolores de espalda y en sus piernas.
Miller no habló con los periodistas.
"DISCULPA SINCERA"
Estados Unidos había llamado en reiteradas oportunidades a la liberación de ambos por razones humanitarias, especialmente debido a los problemas de salud de Bae.
CNN informó que el Gobierno norcoreano emitió un comunicado sobre la liberación, diciendo que había recibido una "disculpa sincera" de parte de Obama por las acciones de ambos hombres.
También afirmó que ambos estaban "sinceramente arrepentidos de sus crímenes y (se estaban) comportando mientras servían sus sentencias".
Según el comunicado, la liberación fue ordenada por el primer presidente de la Comisión Nacional de Defensa de Corea del Norte, el líder del país, Kim Jong Un.
Corea del Norte, que ya sufre sanciones internacionales por su programa nuclear y de misiles, ha estado en campaña diplomática para contrarrestar acusaciones de un órgano de la ONU que remarcó abusos generalizados de derechos humanos y una acción de algunos miembros de la ONU por llevar al Estado ante la Corte Penal Internacional.
Su liberación no constituye una apertura en las relaciones con Corea del Norte, dijo un alto funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos, quien solicitó el anonimato.
El funcionario afirmó que para que suceda eso, Pyongyang debe cumplir con sus compromisos sobre la desnuclearización y los derechos humanos.
"Él (Clapper) no estaba ahí para negociar. Y nuestra posición no ha cambiado", aseguró.
Bae y Miller fueron liberados sólo horas antes del inicio de un viaje de Obama a Asia, que incluirá conversaciones con líderes chinos sobre cómo Pekín puede usar su influencia con Corea del Norte para contener su programa de armas nucleares, según funcionarios estadounidenses.
"Es un día maravilloso para ellos y sus familias", comentó Obama en la Casa Blanca. "Obviamente, estamos muy agradecidos por su regreso a salvo y apreciamos que el director Clapper haya hecho un gran trabajo en lo que fue obviamente una misión difícil", agregó.