PARÍS (Reuters) - El presidente de Francia, François Hollande, dijo el sábado que los manifestantes contra el semanario satírico Charlie Hebdo en otros países no entienden el apego de Francia a la libertad de expresión. Sus declaraciones tuvieron lugar un día después de violentas manifestaciones en países musulmanes, incluyendo muertes, provocadas por una caricatura del profeta Mahoma publicada en Charlie Hebdo.
Ha aumentado con fuerza la demanda por el primer número del semanario desde que dos hombres armados interrumpieron la reunión editorial semanal de Charlie Hebdo y mataron a doce personas en lo que fue el inicio de tres días de violencia que sacudieron a Francia.
Una caricatura del profeta Mahoma en la portada de su más reciente edición indignó a muchos musulmanes y desencadenó manifestaciones que terminaron con violencia en Argelia, Níger y Pakistán el viernes.
"Hemos apoyado a estos países en su lucha contra el terrorismo", dijo Hollande durante una visita a la ciudad de Tulle, tradicionalmente considerada su feudo político.
"Aún quiero expresar mi solidaridad (hacia ellos), pero al mismo tiempo Francia tiene principios y valores, en particular la libertad de expresión", añadió.
El tiroteo de París fue provocado por publicaciones previas Charlie Hebdo de caricaturas de Mahoma consideradas blasfemas por muchos musulmanes.
IGLESIAS INCENDIADAS
En Níger, manifestantes prendieron fuego a iglesias y saquearon tiendas en Niamey el sábado en un segundo día de agitación por la publicación de Charlie Hebdo de la caricatura de Mahoma.
La embajada de Francia en Niamey aconsejó a sus ciudadanos que no salieran a las calles.
Cinco personas murieron el viernes en Zinder, la segunda ciudad de la ex colonia francesa, donde además se quemaron iglesias y hogares cristianos fueron saqueados.
El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, condenó los hechos de violencia en Niamey y Zinder y dijo que Francia solidariza con las autoridades de Níger.
Las protestas también se volvieron violentas el viernes en la ciudad pakistaní de Karachi, donde la policía lanzó gas lacrimógeno y usó un cañón de agua contra los manifestantes congregados a las puertas del consulado francés.
Varios policías argelinos resultaron heridos en enfrentamientos con manifestantes en Argel después de que se desataron saqueos al finalizar una protesta.
"Hay tensiones en el extranjero donde la gente no entiende nuestro apego a la libertad de expresión", sostuvo Hollande. "Hemos visto las protestas y yo diría que en Francia se respetan todos los credos", agregó.
Tras su manejo de la situación tras los ataques, la popularidad de Hollande subió a su mayor nivel en casi un año y medio.
Su índice de aprobación subió a un 34 por ciento desde un 24 por ciento antes de los ataques, según un sondeo de BVA publicado el sábado.
La más reciente edición de Charlie Hebdo, producida por sobrevivientes del ataque del 7 de enero, muestra la caricatura del profeta Mahoma llorando y sosteniendo un cartel que dice "Je suis Charlie" bajo las palabras "Está todo perdonado".
Un abogado de uno de los hombres armados que participaron en el ataque contra Charlie Hebdo y que posteriormente fue buscado y abatido por fuerzas de seguridad dijo que el hombre había sido enterrado en una tumba sin nombre en la ciudad oriental de Reims, de modo que no atrajera a simpatizantes.
En tanto, Bélgica desplegó a cientos de tropas para resguardar a posibles blancos del terrorismo. El jueves, agentes de seguridad mataron a dos hombres armados durante una redada antislámica en la ciudad de Vervier.