El primer ministro británico, David Cameron, defendió ante el Parlamento la necesidad de imponer nuevas sanciones a Moscú si los separatistas prorrusos continúan avanzando para expandir su control sobre territorio ucraniano.
Cameron anunció una inversión adicional de 15 millones de libras (20,25 millones de euros) para apoyar la ayuda humanitaria en la región y anunció que el Reino Unido estudia medidas para "impulsar" la misión en Ucrania de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).