ANKARA (Reuters) - Tropas turcas entraron en Siria en la madrugada del domingo para rescatar a unos 40 soldados que estuvieron sitiados durante meses por militantes del Estado Islámico mientras protegían la tumba de una venerada figura turca.
El operativo, en el que participaron tanques, drones, aviones de reconocimiento y varios cientos de efectivos, fue la primera incursión de este tipo de las tropas turcas en Siria desde el comienzo de la guerra civil hace casi cuatro años.
El Ejército dijo que no hubo enfrentamientos durante la operación, aunque un soldado había muerto en un accidente.
Los 38 soldados que custodiaban la tumba de Suleyman Shah, el abuelo del fundador del Imperio Otomano, fueron trasladados a casa sanos y salvos. El mausoleo, que está en un lugar dentro de Siria que Ankara considera territorio soberano, fue reubicado.
Normalmente, el destacamento rota cada seis meses pero el último grupo se vio atrapado durante ocho meses por combatientes del Estado Islámico.
El primer ministro Ahmet Davutoglu dijo en una conferencia de prensa que Turquía no había buscado permiso o ayuda para la misión, pero que había informado a los aliados de la coalición contra el Estado Islámico una vez que ésta comenzó.
"Ha sido una operación sumamente exitosa sin perder nuestros derechos bajo la ley internacional", dijo, flanqueado por el jefe del Ejército y el ministro de Defensa.
Una fuente de seguridad turca explicó que el operativo se dirigió a través de la ciudad fronteriza sirio kurda de Kobani, con el apoyo las autoridades locales kurdas.
El ministro turco de Relaciones Exteriores afirmó que el mausoleo se había trasladado temporalmente a una nueva ubicación dentro de Siria al norte de la localidad de Esmesi, cercana a la frontera turca.
El Estado Islámico y otros grupos extremistas, cuya interpretación del Islam considera que la veneración de las tumbas es idolatría, ha destruido varios mausoleos y mezquitas en Siria.
Suleyman Shah era el abuelo de Osman I, fundador del Imperio Otomano en 1299. En un viaje a través de que lo que hoy es Siria, se cayó de su caballo y se ahogó en el río Eúfrates cerca del lugar donde está el mausoleo, según los historiadores.
El domingo, el Gobierno sirio dijo que la incursión turca fue un acto de "agresión flagrante" y que Ankara sería responsable de sus repercusiones.
En un comunicado leído por el canal de televisión estatal, Siria sostuvo que el Gobierno turco había informado al consulado sirio en Estambul sobre la operación para reubicar la tumba, pero que no esperó a la aprobación de Damasco.