TOKIO (Reuters) - Milicianos del Estado Islámico dijeron que decapitaron a un segundo rehén japonés, el periodista Kenji Goto, lo que llevó al primer ministro Shinzo Abe a jurar que ampliará la asistencia humanitaria a los opositores del grupo en Oriente Medio y ayudar a llevar a los asesinos a la justicia.
"Siento mucha indignación ante este crimen absolutamente cruel y despreciable acto del terrorismo", dijo un sombrío Abe en una reunión de emergencia de gabinete el domingo temprano, poco después de la difusión de un video que pretende mostrar la decapitación de Goto tras el fracaso de los esfuerzos internacionales para lograr su liberación a través de un intercambio de prisioneros.
El grupo islamista radical, una ramificación de al-Qaeda que controla grandes partes de Siria e Irak, divulgó un video que muestra a un hombre encapuchado parado junto a Goto sosteniendo un cuchillo en la garganta del rehén, seguido de imágenes de una cabeza puesta sobre la espalda de un cadáver.
El ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, dijo que el video parece ser genuino.
La divulgación del video se da exactamente una semana después de imágenes que supuestamente mostraban al cadáver decapitado de otro rehén japonés, Haruna Yukawa.
"Nunca voy a perdonar a estos terroristas", dijo Abe. "Japón trabajará con la comunidad internacional para llevar a los responsables de este crimen ante la justicia. Japón nunca cederá ante el terrorismo".
Cuando el Estado Islámico amenazó con ejecutar a Goto, de 47 años, y a Yukawa, de 42 años, hace dos semanas, justificó su medida alegando la promesa de Abe de dar 200 millones de dólares en ayuda a los países que luchan contra el grupo militante.
Pero en una muestra de desafío, Abe el domingo prometió aumentar la asistencia en alimentos, medicinas y otra ayuda humanitaria de Japón para Oriente Medio.
El Estado Islámico ha dicho que Goto era mantenido como rehén junto a un piloto jordano. Los esfuerzos por lograr su liberación se habían concentrado en la posible entrega, a cambio, de una atacante suicida iraquí que lleva 10 años presa en Jordania. En el video no fue mencionado el piloto.
El presidente Barack Obama dijo que Estados Unidos condena el "vil asesinato" y que continuará trabajando con los aliados para destruir al grupo radical islamista.
Gran Bretaña y Francia también condenaron el asesinato.
Dirigiéndose a Abe, el miliciano en el video dice: "Debido a su decisión imprudente de participar en una guerra que no se puede ganar, este cuchillo no sólo ejecutará a Kenji, sino también seguirá y provocará una carnicería dondequiera que encontremos a su gente. Así que comience la pesadilla para Japón".
NINGUNA PALABRA SOBRE EL PILOTO
El miliciano tenía el mismo acento británico que el hombre que ha aparecido en videos previos del Estado Islámico en los que se muestran decapitaciones. Goto vestía un traje naranja igual que otros rehenes del Estado Islámico en imágenes previas.
El paisaje del video muestra una colina y tierra cubierta por matorrales, y parece ser una zona desértica distinta a la de videos anteriores.
El Gobierno de Abe consideraba como prioritaria la liberación de Goto, un corresponsal de guerra veterano que fue capturado por los milicianos a fines de octubre del 2014 cuando fue a Siria a buscar la liberación de Yukawa, quien fue atrapado en agosto luego de ir a Siria a fundar una empresa de seguridad.
La madre de Goto, Junko Ishido, que antes había hecho un llamado para su liberación, dijo: "Estoy demasiado afectada para encontrar las palabras para expresarme. El último acto de mi hijo era ir a Siria para ayudar a un compañero japonés. Así que quiero que la gente sepa la bondad de mi hijo y su coraje".
El hermano mayor de Goto, Junichi Goto, expresó: "Tenía la esperanza de dar gracias por su regreso con vida. Pero, como su hermano, este resultado es muy lamentable".
La coalición japonesa y la oposición política también expresaron ira, pero en un signo de una posible escisión política, el principal partido de la oposición cuestionó que se pudiera provocar al Estado islámico.
"No debemos aparecer como si estuviéramos cediendo ante el terrorismo", dijo Yukio Edano, secretario general del Partido Democrático de Japón, en un programa de debate en la cadena NHK.
"Pero al mismo tiempo, dejemos de lado nuestras intenciones subjetivas, no hay necesidad de provocar y enviar un mensaje que pueda ser interpretado erróneamente como para dar al otro lado una excusa", agregó.
El Estado Islámico, que ha capturado grandes zonas de Irak y Siria, ha decapitado a varios periodistas y trabajadores de ayuda occidentales, diciendo que estaban pagando el precio por la lucha de sus gobiernos contra el grupo.
También ha ejecutado a mucha gente local, mediante decapitaciones, lapidaciones y disparos, acusándolos de violar su interpretación radical de la ley islámica.
En el video de un minuto no se menciona al piloto jordano Muath al-Kasaesbeh, quien fue capturado después de que su avión se estrelló en el noreste de Siria en diciembre durante una misión de bombardeo contra el grupo islamista.
Un mensaje de audio que presuntamente fue grabado por Goto anteriormente en la semana sostenía que Kasaesbeh sería ejecutado, a menos que Jordania liberara a la supuesta atacante suicida iraquí Sajida al-Rishawi, quien está en prisión por su papel en un ataque con bomba en el 2005 que dejó 60 personas muertas en la capital jordana, Amán.
CORRESPONSAL DE GUERRA
Goto comenzó a trabajar como corresponsal de guerra a tiempo completo en 1996 y había ganado reputación como cuidadoso y confiable para las emisoras japonesas, incluyendo NHK.
En octubre, su esposa tuvo un bebé, el segundo hijo de la pareja. Tenía una hija mayor de un matrimonio anterior, dijeron personas que conocen a la familia.
Amigos dicen que Goto viajó desde Tokio a Estambul y desde allí a Siria y que envío un mensaje el 25 de octubre contando que había cruzado la frontera y que estaba a salvo.
"Pase lo que pase, esta es mi responsabilidad", dijo Goto en un vídeo grabado poco antes de partir para Raqqa. Esa fue la última vez que fue visto antes de que el Estado Islámico divulgara un video el 20 de enero que parecía mostrar a ambos japoneses y en el que amenazaron con matarlos a menos que el grupo recibiera 200 millones de dólares de recompensa.