SANÁ (Reuters) - Al menos 137 personas murieron cuando cuatro atacantes suicidas detonaron bombas durante las plegarias de mediodía del viernes en dos mezquitas chiíes en la capital de Yemen, en atentados coordinados reivindicados por Estado Islámico. Los ataques, en los que los suicidas con cinturones explosivos apuntaron a fieles fuera y dentro de las mezquitas, ocurrieron un día después de que un avión no identificado bombardeó el palacio presidencial en la sureña ciudad de Adén.
Armas antiaéreas abrieron fuego contra aviones que sobrevolaban el complejo presidencial el viernes, dijeron fuentes gubernamentales y testigos.
Las mezquitas en el centro de Saná son conocidas por ser usadas principalmente por simpatizantes del grupo musulmán chií de los Houthis, que tomó el control del Gobierno.
La agencia estatal de noticias Saba, controlada por los houthis, dijo que la cifra de muertos era de 137 personas y el número de heridos de 357.
Los hospitales estaban superados en su capacidad y muchos solicitaban donantes de sangre para tratar a los heridos.
La toma de poder de los houthis desde septiembre ha profundizado las divisiones en la compleja red de alianzas políticas y religiosas de Yemen, y dejó al país cada vez más aislado del mundo exterior.
Un testigo de Reuters en la mezquita Badr dijo que contó al menos 25 cuerpos ensangrentados tirados en la calle y dentro del edificio religioso.
Un hombre llevaba a un niño en sus brazos.
Estado Islámico, una rama de al Qaeda que controla extensas áreas de Siria e Irak, considera a los chiíes como herejes.
Ambos grupos se unieron contra los houthis en Yemen, el país árabe más pobre del mundo.
"Que los politeístas houthis sepan que los soldados de Estado Islámico no descansarán y no se quedarán con los brazos cruzados hasta extirparlos", dijo el grupo en un comunicado divulgado por sus partidarios en Twitter, en el que reivindicó la responsabilidad por los ataques.
"Si Dios quiere, esta operación es solo una parte de la avalancha que se avecina", agregó.
Otro suicida trató de hacer estallar sus explosivos en una de las principales mezquitas en la norteña provincia de Sadaa, bastión de los houthis, pero la bomba explotó prematuramente y causó solo la muerte del atacante, dijo una fuente de seguridad a Reuters.
La tensión ha aumentado desde que el presidente Abd-Rabbu Mansour Hadi, reconocido por la ONU, escapó de un mes de arresto domiciliario en Saná impuesto por los houthis que controlan la capital.