Teherán, 5 abr (EFE).- El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohamad Yavaz Zarif, recordó hoy a los EE.UU que el pacto anunciado para desarrollar un acuerdo definitivo sobre el programa nuclear iraní exige "eliminar, no suspender" las sanciones que pesan sobre el país.
Zarif se expresó así en declaraciones a la televisión iraní, en las que criticó un documento enviado por la Casa Blanca a la prensa de su país con información sobre el acuerdo en el que se afirmaba que las sanciones económicas internacionales que pesan sobre Irán, quedarían "en suspenso" y su levantamiento sería "progresivo".
"Los americanos pusieron que quisieron en su nota para uso doméstico. Oficialmente protesté al secretario de Estado John Kerry por esta declaración con posiciones contrarias a la declaración de Lausana. La Unión Europea también protestó por que habían hablado en contra de su posición", dijo el ministro.
Zarif, una de las figuras más destacadas en las negociaciones, insistió en que "las sanciones serán levantadas inmediatamente si se llega a un acuerdo".
Además, recordó que la declaración conjunta de Lausana no es un documento con implicaciones legales todavía y solo constituye un borrador, y que ningún acuerdo nuclear ha sido acordado "todavía".
"Cualquier bando en este acuerdo puede, en caso de que el otro lo viole, cesar en su aplicación. Así, cualquier trabajo que tengamos en nuestro programa nuclear podrá ser recuperado", añadió.
Sin embargo, al igual que hizo el presidente iraní Hasán Rohaní en un discurso televisivo al país, el ministro destacó que Irán "cumplirá sus promesas mientras Occidente haga lo mismo", antes de sugerir que de cumplirse el acuerdo, éste podría servir para abrir la puerta a "relaciones más productivas con la comunidad internacional".
"No queremos nada más que nuestros derechos. Nunca perseguimos una bomba, ni en el pasado ni ahora. Tampoco buscamos la hegemonía regional. Queremos buenas relaciones con nuestros vecinos regionales", añadió.
La declaración emitida el pasado día 2 entre Irán y los países del Grupo 5+1 (EE.UU, China, Francia, Reino Unido, Rusia y Alemania) marca unos parámetros de objetivos para llegar a un acuerdo definitivo antes del próximo 1 de julio.
En los EE.UU, el gobierno del presidente Barack Obama afronta una dura oposición al acuerdo por parte de amplios sectores del Congreso y el Senado, que puede convertir en papel mojado el acuerdo si consiguen un consenso a prueba de veto presidencial para rechazar sus términos.