20 de abril, 2015 — El Secretario General de Naciones Unidas expresó hoy su consternación ante el naufragio el fin de semana que podría haber costado la vida de hasta 700 migrantes y refugiados que trataban de llegar a Europa desde Libia.
Estas muertes se suman a las cientos de reportadas en incidentes similares la semana pasada. Ban Ki-moon, en un comunicado emitido a través de su portavoz, reiteró que estas tragedias ponen en evidencia la necesidad de mejorar la capacidad de búsqueda y rescate en el Mediterráneo.
De confirmarse las muertes de este fin de semana, ya serían 1.600 personas las que han perdido la vida en el mar. A medida que se intensifican las guerras y los enfrentamientos en África, mayor será la cantidad de personas que trate de alcanzar las costas europeas por barco, advirtió la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
El titular de la ONU insistió que la respuesta internacional a este problema debe ser completa y colectiva. “El desafío implica no sólo una mejora de las operaciones de rescate en el mar y el acceso a la protección, sino también la garantía del derecho al asilo para un número cada vez mayor de personas que en todo el mundo huye de la guerra y necesita un refugio”, señaló.
En línea con esta situación, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, urgió a los gobiernos de la Unión Europea a adoptar “un enfoque más sofisticado, más valiente y menos cruel” hacia el flujo de migrantes que trata de llegar a Europa.
A través de un comunicado, Zeid Ra’ad Al Hussein advirtió que tristemente estas muertes eran predecibles. “Son el resultado de una falla continua en la gobernanza, agravada por una gran falta de compasión”, señaló.
A su vez, expertos independientes de la ONU advirtieron que la represión de la migración irregular no debería ser la única solución a este grave y recurrente problema de naufragios de embarcaciones en alta mar repletas de inmigrantes. Por eso, urgieron que se convoque lo antes posible una cumbre en Europa sobre el tema.
En lo que va de este año, casi 35.000 solicitantes de asilo han cruzado desde África a Italia y Grecia, los dos mayores destinos de estos inmigrantes respectivamente, según ACNUR.