NACIONES UNIDAS (Reuters) - El ministro de Relaciones Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, se reunirá el lunes con el secretario de Estado estadounidense, John Kerry, con ocasión de una conferencia de la ONU sobre el tratado antinuclear global, en momentos en que buscan avanzar en un acuerdo atómico a largo plazo.
En nombre de las 118 naciones no alineadas firmantes del Tratado de No Proliferación Nuclear (TPN) de 1970, el diplomático de más alto rango iraní será el primero en intervenir ante los 190 signatarios del principal pacto mundial de desarme en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York.
Zarif y Kerry se reunirán al margen de la conferencia destinada a discutir un histórico acuerdo nuclear con Estados Unidos y otras cinco potencias globales, en busca de un pacto final con Irán antes del plazo del 30 de junio.
Según el acuerdo preliminar sellado el 2 de abril en Lausana, Suiza, entre Irán y las seis potencias, Teherán -que asegura que no pretende tener armas nucleares- accedió a reducir sus trabajos nucleares durante al menos una década a cambio de acabar con las sanciones que están dañando a su economía.
Los diplomáticos deben pulir los detalles sobre el calendario de levantamiento de las sanciones, el futuro de la investigación atómica de Irán y su programa de desarrollo, la naturaleza exacta del régimen de supervisión del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y qué tipo de suministros de uranio puede almacenar Teherán bajo cualquier acuerdo final.
Hasta el momento, las sanciones están demostrando ser uno de los mayores obstáculos en las negociaciones.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Khamenei, aseguró que todas las sanciones, incluidas las restricciones más severas a su sector energético y financiero, deben ser levantadas en cuanto se firme el acuerdo.
Funcionarios occidentales aseguran que eso no es a lo que accedió Teherán en Lausana.
En la reunión, Zarif leyó junto la jefa de política exterior de la Unión Europea, Federica Mogherini, un comunicado conjunto que aseguró que las sanciones acabarían "simultáneamente a la verificación por parte del OIEA de que Irán cumple sus principales compromisos nucleares".
Para los funcionarios occidentales, eso significa que las sanciones solo serán levantadas cuando el OIEA verifique el cumplimiento.