PARÍS (AP) -- Tras meses de espera, los familiares de las 150 personas fallecidas por el impacto del avión de Germanwings en los Alpes franceses en marzo finalmente podrán empezar a enterrar a sus seres queridos, luego de que la empresa matriz de la aerolínea comenzó a repatriar los restos de las víctimas.
Lufhtansa preparó el martes el envío de féretros con los restos de 44 víctimas desde Marsella, Francia, hacia Dusseldorf, Alemania, destino final programado del vuelo 9525 que partió desde Barcelona el 24 de marzo. En su lugar, el copiloto, Andreas Lubitz, impactó de manera deliberada la aeronave sobre las montañas, de acuerdo a las autoridades.
"Las familias están en negación. No pueden ni quieren darse cuenta que sus hijos murieron", dijo Elmar Giemulla, abogado de 34 de las familias de las víctimas. "Será devastador ver los féretros mañana, pero es necesario, porque necesitan cerrar el capítulo y esa es la única manera posible de aceptar que sus hijos murieron".
Entre los clientes de Giemulla se encuentran los familiares de 16 estudiantes de una secundaria en Haltern, Alemania, que volvían a casa tras un programa de intercambio escolar.
"Ahora que los féretros regresan, los padres sabrán: Esto es real, no solo son las noticias", declaró.
Seres queridos y familiares podrán visitar los féretros el miércoles en un hangar de Dusseldorf. Un convoy de carrosas partirá del lugar rumbo a Haltern, pasando por la escuela Joseph-Koening-Gymnasium, el colegio al que atendían los estudiantes.
La mayoría de las familias, no solo en Haltern, intentan lidiar con el dolor de manera privada y se espera que muchos de los funerales a realizarse en los próximos días y serán tratados como asunto familiar.
El regreso de los cuerpos se ha demorado tanto tiempo debido, en parte, a errores que invalidaron los certificados de defunción. También hubo complicaciones para recuperar e identificar los cuerpos en la zona remota en la que sucedió el choque, debido a que el avión viajaba a tal velocidad que la cola se impactó contra la ladera una fracción de segundo después de que lo hizo la nariz de la aeronave, vaporizando gran parte de la misma y su contenido.
La oficina del fiscal de Marsella Brice Robin, que dirige la investigación gala sobre el suceso, indicó que celebraría una rueda de prensa el jueves tras reunirse en París con las familias de las víctimas. Había fallecidos de 19 nacionalidades distintas, si bien casi la mitad eran alemanes y 47 eran españoles.
Se espera que entre 300 y 400 personas acudieran a la reunión a puerta cerrada en un centro de conferencias del Ministerio de Exteriores en el suroeste de París, dijo la oficina de Robin. Entre ellos habría familiares y funcionarios que representaban a las familias que no viajaban a París.