Moscú, 9 jun (EFE).- Rusia descarta renunciar al tratado que prohíbe el desarrollo y despliegue de misiles nucleares de medio alcance con base en tierra, suscrito en 1987 por Moscú y Washington, dijo hoy el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
"No tenemos intención alguna de romper ese acuerdo", dijo Lavrov tras reunirse en Moscú con su homólogo salvadoreño, Hugo Martínez, en respuesta a las denuncias por parte de Washington acerca de que Moscú ha violado ese histórico tratado, cuya firma auguró el fin de la guerra fría entre las dos superpotencias del siglo XX.
Rusia está dispuesta a estudiar "pruebas concretas que hacen a los estadounidenses considerar que estamos violando" el tratado, recalcó Lavrov.
"Por nuestra parte, ya hemos formulado cuestiones concretas a la parte estadounidense, porque consideramos que toda una serie de acciones que emprende, en primer lugar en el contexto del despliegue del escudo antimisiles global, violan directamente" el tratado INF, como se conoce en EEUU, subrayó el jefe de la diplomacia rusa.
Lavrov calificó de "contraproducente y dañina la retórica militarista" de algunos países occidentales en relación a Rusia.
"Todos nuestros socios dicen al unísono que no quieren volver a los tiempos de la guerra fría. Si realmente es así, deberían tener más cuidado al hacer declaraciones", subrayó.
A comienzos de este mes, la prensa estadounidense informó de que Estados Unidos estudia la posibilidad de desplegar en Europa misiles nucleares y apuntarlos a objetivos militares rusos, en respuesta a la violación por parte de Rusia del tratado sobre misiles de medio alcance.
El Ministerio de Defensa ruso respondió enseguida que esta iniciativa de Washington "significaría la denuncia del tratado INF" y advirtió de que la vuelta de estos cohetes estadounidenses a territorio europeo "causaría un efecto extremadamente negativo a la seguridad y estabilidad globales".
Rusia ya ha amenazado en varias ocasiones con denunciar el tratado INF en respuesta a los planes de Estados Unidos de desplegar cerca de sus fronteras elementos del escudo antimisiles, y el presidente ruso, Vladímir Putin, incluso tachó de "anacrónico" el acuerdo de 1987.
El INF condujo a la eliminación en 1991 de todos los misiles balísticos y de crucero de medio (1.000-5.000 kilómetros) y corto alcance (500-1.000 kilómetros) de ambas potencias rivales.