SEÚL (Reuters) - Los principales ayudantes de los líderes de Corea del Norte y del Sur reanudaron el domingo las conversaciones tras negociar durante la noche en un intento por reducir la tensión entre sus países, que llegó a un intercambio de fuego de artillería llevando a la península al borde de un conflicto armado.
La reunión en la aldea fronteriza de Panmunjom, dentro de la Zona Desmilitarizada (DMZ) comenzaron el sábado por la tarde poco después de que venciese un plazo límite dado por Corea del Norte a Seúl para detener la emisión de propaganda contra Pyongyang o afrontar una acción militar. El plazo venció antes del amanecer del domingo.
Incluso con las conversaciones en marcha, ambos países seguían en alerta militar. El Norte envió el doble de las fuerzas habituales de artillería a la frontera y la mayoría de su flota de submarinos - más de 50 naves - lejos de sus bases, dijo el ministro de Defensa del Sur.
Corea del Sur, cuyo ejército también está en alerta, dijo que no planeaba detener la emisión de propaganda que desencadenó el último enfrentamiento.
Los enviados, que se dieron la mano y sonrieron ante la televisión al inicio de la reunión, debatieron formas de resolver la tensión y estrechar lazos, dijo la casa presidencial surcoreana en un breve comunicado.
"Ambas partes están bajo una gran presión para sacar algo de esto", dijo Jeon Young-sun, profesor del Instituto de Humanidades para la Unificación en la Universidad Konkuk de Seúl, quien dijo que la duración de la reunión podría no tener precedentes.
Las negociaciones se pararon para que ambas partes consultasen a sus respectivos gobiernos, y para comer, dijo la agencia del Sur Yonhap.
"Corea del Norte quiere parar las emisiones, mientras que Corea del Sur no puede hacerlo sin lograr algo a cambio", dijo Jeon.
Las conversaciones se retomaron el domingo, y se espera que Corea del Sur anuncie los resultados tras su término.
Los dos países siguen técnicamente en guerra desde que su conflicto entre 1950 y 1953 terminara con una tregua, pero no un tratado de paz, y las relaciones están congeladas desde el hundimiento en 2010 de un navío militar surcoreano. Pyongyang negó haber sido el responsable.
Las tensiones actuales comenzaron este mes cuando dos soldados surcoreanos resultaron heridos por minas a lo largo de la frontera. El Norte niega haberlas colocado. Días después, Seúl comenzó su emisión de propaganda aleatoriamente durante tres horas en 11 grupos de altavoces, entre ellos noticias y música "K-pop" del Sur, reanudando una táctica que ambas partes dejaron de lado en 2004.
La crisis aumentó el jueves cuando el Norte disparó cuatro proyectiles al Sur, según Seúl, que fueron respondidos con disparos de artillería. Corea del Norte declaró un "casi estado de guerra" en líneas de frente y dio un ultimátum al Sur para detener la propaganda.
Ese ultimátum venció el sábado sin incidentes conocidos.
Estados Unidos, Naciones Unidas y el principal aliado del Norte, China, pidieron calma.
Estados Unidos, que tiene 28.500 soldados en Corea del Sur, realiza unos ejercicios militares conjuntos con el Sur. Corea del Norte habitualmente critica las maniobras como un preparativo de guerra.
Corea del Norte ha sido castigada con sanciones de la ONU y Estados Unidos por sus continuados ensayos nucleares y de misiles, unos movimientos que Pyongyang ve como un ataque a su derecho soberano a defenderse. Reuters