BASE ANDREWS, EEUU (Reuters) - El Papa Francisco aterrizó el martes en Estados Unidos para dar inicio a su primera visita al país, en la que llevará a Washington su mensaje de que el poder y la riqueza deben usarse para servir a la humanidad y no al revés.
Un avión de Alitalia, procedente de Cuba, tocó tierra en la Base Andrews en las afueras de Washington llevando al jesuita argentino líder de 1.200 millones de católicos.
En un honor concedido a pocos dignatarios, el presidente Barack Obama y el vicepresidente Joe Biden saludaron al Papa de 78 años apenas después de su llegada.
Escolares que se reunieron en la pista para recibir al Sumo Pontífice cantaban mientras el avión descendía: "Queremos a Francisco, lo queremos. Queremos a Francisco ¿y ustedes?". También entonaron "Hola, ey, ey, bienvenido a Estados Unidos".
En una muestra de la importancia que la Casa Blanca asigna a la visita, Obama tomó la inusual decisión de llegar hasta la base aérea con su familia para recibir a Francisco, a quien le estrechó la mano en la alfombra roja.
Ambos líderes se reunirán de nuevo el miércoles en la Casa Blanca, luego que el Papa recorra los principales monumentos de la ciudad ante una multitud que se espera llegue a decenas de miles de personas.
"Creo que pueden decir que el presidente Obama y el Papa Francisco han demostrado a lo largo de sus carreras un compromiso con los valores relacionados con la justicia social y económica", dijo a periodistas el portavoz de la Casa Blanca Josh Earnest.
El Papa ha entusiasmado a los católicos más progresistas con su énfasis en el perdón y la preocupación por los pobres, pero ha preocupado a la feligresía más conservadora con sus comentarios sobre el cambio climático y un distanciamiento de un discurso oficial que había estado centrado en la oposición al aborto y al matrimonio de personas del mismo sexo.
Se espera que Francisco hable sobre la inmigración durante su visita de seis días, un asunto que ha sido fundamental en su agenda desde que asumió como papa en 2013.
En una muestra de su estilo sencillo, el Pontífice dejó la base aérea y se dirigió a Washington en un pequeño Fiat, un claro contrapunto respecto a las caravanas que acompañan a los presidentes estadounidenses.
Francisco será el primer Sumo Pontífice en hablar ante el Congreso de Estados Unidos el jueves, luego de lo cual se dirigirá a la Asamblea General de Naciones Unidas el viernes y oficiará una misa al aire libre Filadelfia a la que se espera que asistan 1,5 millones de personas.
El Papa estuvo cuatro días en Cuba donde abogó por una reconciliación entre el gobierno comunista de la isla y su poderoso vecino, un acercamiento al que contribuyó el año pasado.
El líder católico dijo que su pedido por justicia social se basa en las enseñanzas de la Iglesia.
"Siempre he puesto el acento en la doctrina social de la Iglesia", dijo el Papa en el avión que lo llevó de Cuba a Estados Unidos.
No está claro el tono que Francisco usará en Estados Unidos, un país que nunca había visitado pese a sus posiciones de liderazgo en la Iglesia antes de que fuera nombrado Papa en 2013.
En el viaje entre ambos países, Francisco dijo que espera que Washington levante el embargo contra la isla. "El problema del bloqueo es parte de la negociación. Es público esto. Ambos presidentes han hablado de esto. Es una cosa pública que va en camino de las buenas relaciones que se van buscando", sostuvo.
Su decisión de ir desde Cuba a Estados Unidos tiene un profundo simbolismo debido a que pregona por una mayor integración de quienes viven en la periferia. Reuters