PARÍS (Reuters) - Un año después de la masacre en las oficinas de la revista Charlie Hebdo, Francia rinde homenaje a las víctimas en medio de profundas divisiones tras un 2015 que fue calificado como "terrible" por el presidente François Hollande.
Después de los ataques islamistas que mataron a 17 personas entre el 7 y 9 de enero del año pasado en el semanario satírico y un supermercado judío, los franceses marcharon y encendieron velas en emotivas concentraciones que tuvieron su punto álgido el 11 de enero, cuando cuatro millones de franceses se tomaron las calles para protestar contra la violencia.
Pero las grietas en la sociedad francesa aparecieron pronto y, un año más tarde, después de una serie de ataques aún más sangrientos en París perpetrados en noviembre por otro grupo de islamistas radicales, los políticos están enfrascados en un debate sobre la seguridad nacional y el ultraderechista Frente Nacional (FN), un partido antiinmigración, es más fuerte que nunca.
El lema "Je suis Charlie", un grito desafiante de solidaridad que apelaba a la libertad de expresión, apareció en todas partes inmediatamente después de los asesinatos, pero un año después es poco escuchado.
"Eventos como los ataques de enero o noviembre provocan momentos de unidad, una reacción. Pero eso no es suficiente para contrarrestar las profundas divisiones", dijo Brice Teinturier, director de la encuestadora Ipsos en Francia. "Las divisiones son enormes. Hay varias Francias y están chocando", agregó.
El tema más polémico en estos momentos es el plan del Gobierno socialista de despojar de la doble nacionalidad a los ciudadanos franceses involucrados en casos de terrorismo, una propuesta apoyada por el Frente Nacional, pero que hasta ahora es rechazada por la izquierda.
Los opositores de la propuesta dicen que el plan dividiría aún más a la sociedad por hacer distinciones entre ciudadanos franceses, pero Hollande instó a los críticos a apoyarlo en nombre de la unidad nacional.
"En lugar de abordar los problemas reales para incrementar la cohesión, (el Gobierno) finge que estos vienen del extranjero", dijo Dominique Sopo, jefe de una agrupación de lucha contra el racismo SOS Racisme.
UN DEBATE ANTIGUO
Tras los ataques de enero, algunos estudiantes de escuelas secundarias de los suburbios de París, sectores en su mayoría pobres y con grandes poblaciones de inmigrantes rechazaron el lema "Je suis Charlie" porque no quieren apoyar a una publicación que satiriza la religión.
La fragmentación social y económica ya era un tema importante en la campaña presidencial de Jacques Chirac de 1995 y su compromiso de hacer frente a la "fractura social" causante de la desigualdad económica lo ayudó a salir elegido como presidente.
Sin embargo, los críticos dicen que ni él ni los presidentes posteriores han logrado cerrar una brecha social que seguramente será un gran problema en las elecciones presidenciales de 2017.
"¿Qué significa esto para Francia? Esta será la pregunta para el 2017", dijo Stéphane Rozes, jefe del grupo de análisis político CAP, que agregó que los principales partidos deben entregar respuestas creíbles para enfrentar el problema. "Si sólo son palabras vacías, esto caerá en manos del Frente Nacional y de los islamistas", agregó. Reuters