28 de marzo, 2016 — El Secretario General de la ONU condenó enérgicamente el ataque suicida ocurrido este Domingo de Pascua en la ciudad de Lahore, en Pakistán, en el que perecieron más de 70 personas y unas 300 resultaron heridas.
El crimen fue reivindicado por un grupo talibán.
Un comunicado de la oficina de su portavoz afirma que Ban Ki-moon solicitó que los responsable de este crimen atroz sean juzgados de manera expedita y urgió a las autoridades pakistaníes a hacer los mayores esfuerzos por implementar medidas de protección para garantizar la seguridad de todos los individuos, incluyendo a los miembros de las minorías religiosas.
La matanza tuvo lugar en un popular parque de la ciudad pakistaní y hubo numerosas mujeres y niños entre las víctimas, en su mayoría cristianos que celebraban la Pascua.
Ban extendió sus condolencias a las víctimas y a sus familiares y expresó su solidaridad con el gobierno y el pueblo de Pakistán.
En términos similares se pronunció el presidente de la Asamblea General de la ONU, Mogens Lykketoft, quien afirmó en un comunicado que victimizar a personas inocentes, incluyendo a familias enteras, denotaba un desprecio total a la humanidad.
El atentado es el más grave desde el ataque talibán a una escuela de Peshawar en 2014 en el que murieron 125 alumnos. Centro de Noticias de la ONU