Beirut, Líbano, jueves 28 de abril, 2018 (AP). Una serie de bombardeos y cañoneos mataron a más de 60 personas en menos de 24 horas en la ciudad siria de Alepo, informaron activistas y observadores internacionales. La disputada ciudad se ha convertido en uno de los campos de batalla más brutales en la guerra civil, en medio de una tregua hecha trizas y unas conversaciones de paz en Ginebra que han quedado estancadas.
Por lo menos 27 personas murieron en el bombardeo que alcanzó a un hospital y a los edificios adyacentes en la noche en la zona rebelde de Alepo. El hospital es patrocinado por Médicos Sin Fronteras (MSF) y el Comité Internacional de la Cruz Roja.
Al mismo tiempo el enviado de Naciones Unidas para Siria pidió ayuda a Estados Unidos y Rusia para reactivar las conversaciones de paz y el alto el fuego que "pende de un hilo".
Sin embargo la violencia sólo aumentó. Nuevos bombardeos contra zonas residenciales en la parte de la ciudad controlada por los rebeldes dejaron por lo menos 20 muertos, mientras la prensa oficialista reportó que por lo menos mil proyectiles cayeron sobre zonas controladas por el gobierno en Alepo, matando a por lo menos 14 civiles.
El jefe negociador de la oposición siria, Mohamed Alush, culpó al gobierno del presidente Bashar Asad de los letales ataques aéreos sobre Alepo. En declaraciones a The Associated Press dijo que los últimos actos violentos cometidos por las fuerzas gubernamentales muestran que "el ambiente no es propicio para ninguna acción política".
Unos 200 civiles han muerto en una semana en Siria, casi la mitad sólo en Alepo y sus alrededores. También hubo cañoneos y un carro-bomba en Damasco, métodos inusuales para la capital siria.
Debido al estancamiento de las conversaciones de paz en Ginebra, en Siria reina un ambiente sombrío ante el continuo derramamiento de sangre y ahora el temor de que Alepo se convertirá en el nuevo punto álgido de la guerra.
Comandantes rebeldes han denunciado que las fuerzas oficialistas están movilizando soldados, equipos y municiones como preparativo para una ofensiva militar en Alepo.
El alto el fuego que entró en vigor el 27 de febrero se ha agrietado en las últimas semanas, coincidiendo con el aumento de víctimas mortales por la violencia, especialmente en Alepo y el norte de Siria. Otro bombardeo a principios de semana alcanzó un centro de formación de la Defensa Civil, causando cinco bajas en su equipo para la zona rural de Alepo.