La Habana, martes 19 de abril, 2016 (AP). El líder Fidel Castro cerró el martes el congreso de los comunistas cubanos con la advertencia de que debido a su edad puede morir pronto y exhortó a sus correligionarios a continuar con las ideas que lo llevaron a fundar el partido hace más de cinco décadas.
"Pronto deberé cumplir 90 años, nunca se me habría ocurrido tal idea y nunca fue fruto de un esfuerzo, fue capricho del azar. Pronto seré ya como todos los demás. A todos nos llegará nuestro turno", dijo Castro durante la clausura del VII Congreso del Partido Comunista Cubano (PCC).
"Pero quedarán las ideas de los comunistas cubanos", agregó Castro vestido con un pants deportivo azul e instalado junto a su hermano, el actual presidente Raúl Castro.
"A nuestros hermanos de América Latina y del mundo debemos trasmitirles que el pueblo cubano vencerá".
Algunos momentos del acto —incluso la intervención de Fidel Castro— fueron mostrados por la televisión cubana y cerró cuatro días de congreso del poderoso PCC, el único con reconocimiento legal y que según la Constitución debe guiar los pasos de la isla en materia de economía y sociedad, lo que lo convierte en una organización tan poderosa como el ejecutivo.
Durante la cita partidaria el presidente Raúl Castro y el histórico dirigente cubano José Ramón Machado Ventura fueron reelegidos como primer y segundo secretario de la organización, una decisión que se produce a pesar de la exhortación del mandatario a rejuvenecer el liderazgo en la organización política y el país.
El listado con los nuevos directivos muestra también la composición del nuevo Buró Político --la cúpula de un Comité Central de un centenar de personas-- de 15 miembros de los cuales se ratificaron 10 y se cambiaron solo cinco, personas de perfiles más bajos.
Unos 1,000 delegados del VII Congreso del Partido Comunista de Cuba (PPC) debatieron desde el sábado a puertas cerradas varios documentos sobre el futuro de Cuba.
Se criticaron ineficiencias, se reconoció las dificultades para emprender los cambios en terrenos que van desde la construcción de viviendas, pasando por la producción de alimentos y la dolorosa migración de jóvenes profesionales, pero los textos con propuestas no se hicieron públicos todavía.
La clausura del Congreso contó con una inusual aparición pública conjunta del mandatario y su hermano, el líder cubano Fidel Castro.
Raúl Castro sucedió a su hermano en 2006 luego de una sorpresiva enfermedad del líder, quien desde entonces se muestra pocas veces en público, aunque recibe eventualmente a amigos y aliados políticos.
Incluso antes del retiro de Fidel Castro ambos dirigentes pocas veces aparecían en público juntos por motivos de seguridad. Una de esas raras ocasiones fue el anterior congreso de 2011.
Castro tiene 84 años de edad y Machado Ventura —un histórico dirigente desde su participación en el alzamiento guerrillero de 1959 hasta su participación como vicepresidente del país de 2008 a 2013— cuenta con 85.
Médico de profesión, "Machadito" como le dice el propio presidente Castro tiene fama de ser un exponente de la línea ortodoxa y no siempre se muestra favorable a las reformas. Su reelección sí fue una sorpresa en tanto se esperaba a un dirigente de una generación más joven para ese lugar.
Castro tuvo a su cargo el discurso de inauguración el sábado y allí indicó que la intención era poner límites de 60 años para el ingreso al Comité Central y de 70 para el ejercicio de cargos de dirección con el objetivo de "rejuvenecer" el liderazgo del país. Sin embargo la propuesta no se vio reflejada en esta elección.
Actualmente Castro realiza una reforma de actualización del modelo económico para sacar adelante la economía del país, que incluye espacio limitado para la iniciativa privada y otras medidas aperturistas, aunque aseguró que el sistema de partido único y predominio de la propiedad estatal seguirá vigente.
Otro de los desafíos de los líderes comunistas es el acercamiento entre la isla y Estados Unidos, tras cinco décadas de distanciamiento en el cual Washington impuso sanciones a la isla para presionar por un cambio de modelo en Cuba.
Durante su muy publicitada visita a la isla en marzo, el presidente estadounidense Barack Obama hizo énfasis en que apuesta por el libre mercado y el multipartidismo para la isla, conceptos opuestos a los fomentados por Castro y los militantes comunistas.