MANILA, Filipinas (AP) -- Rodrigo Duterte asumió el jueves la presidencia de Filipinas, mientras algunos confiaban en que su estilo informal ayude a energizar el país y otros temían que socave una de las democracias más activas de Asia tras sus amenazas de matar delincuentes en masa.
El exfiscal de 71 años, que fue durante años el alcalde de la localidad sureña de Davao, ganó con contundencia las elecciones en mayo en su primera incursión en la política nacional.
Duterte, que comienza un mandato de seis años, llamó la atención de los votantes con sus promesas de limpiar la empobrecida nación del sureste asiático de criminales y corruptos en seis meses, una audaz promesa que le ganó el apoyo de filipinos cansados de la delincuencia pero alarmó a los grupos humanitarios y a la influyente Iglesia católica.
Poco después de la victoria electoral de Duterte, la policía inició una campaña antidroga en su nombre en la que murieron docenas de sospechosos de tráfico de drogas, en su mayoría pobres, en balaceras con la policía o circunstancias misteriosas.
Unos días antes de jurar el cargo, Duterte amenazó de muerte a los delincuentes si no se reformaban.
"Si destruyen mi país, les mataré", dijo esta semana en una advertencia a los delincuentes, en un discurso durante la última ceremonia de izado de bandera que presidió como alcalde en Davao.
La vicepresidenta Leni Robredo, una abogada de derechos humanos que viene de un partido político rival, asumió su cargo antes en una ceremonia distinta. En Filipinas, los vicepresidentes se eligen por separado y en un indicio del estilo independiente de Duterte no se ha reunido con ella desde la votación del 9 de mayo.
En un país tradicionalmente gobernado por adineradas familias de políticos, Duterte fue ascendiendo desde sus raíces de clase media. Se ganó una reputación en campaña con discursos salpicados de palabras malsonantes, bromas sexuales y maldiciones a costa incluso del venerado papa y Naciones Unidas.
Su estilo brusco se ha comparado con el del probable candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald Trump, aunque Duterte detesta la comparación y afirma que el millonario estadounidense es un intolerante, y él no.
Duterte es el primer presidente que procede del inestable sur del país, donde vive la minoría musulmana y se ha registrado una insurgencia islámica desde hace décadas. El presidente dijo que su familia, con raíces en el centro del país, había emigrado al sur buscando mejores oportunidades. News from The Associated Press