París/Niza, Francia, 18 de julio (Reuters). Una multitud abucheó el lunes a las autoridades francesas en un tributo celebrado en memoria de las víctimas del atropello masivo de la semana pasada en Niza, mientras un sondeo mostró una fuerte caída de la confianza en la capacidad del presidente Francois Hollande para combatir el terrorismo.
Antes y después del minuto de silencio guardado en memoria de los 84 fallecidos en un ataque con un camión el pasado jueves, muchas de las miles de personas congregadas en el balneario sureño de Niza corearon "dimisión, dimisión" al primer ministro, el socialista Manuel Valls. Otros gritaban "Hollande dimisión".
La encuesta publicada en el diario Le Figaro mostró que el 33 por ciento de los entrevistados confía en la capacidad de los líderes actuales para combatir el terrorismo, un descenso abrupto frente a los niveles de al menos el 50 por ciento tras los dos grandes ataques del año pasado.
"El Gobierno nos promete cosas, pero no pasa nada", dijo el residente local Antony Fernandez a Reuters TV. "¿Qué han hecho hasta ahora para que nos sintamos seguros? ¿Y qué debemos esperar? ¿Vamos a lamentar más muertes cada seis meses?".
El último sondeo se realizó en un momento en el que, a menos de un año de la elección presidencial, los rivales políticos han abandonado rápidamente la contención inicial que suele prevalecer en estos casos para criticar con dureza a Hollande y su Gobierno.
El expresidente Nicolas Sarkozy, que competirá en una primaria en noviembre en busca de la candidatura presidencial de una coalición de partidos de centroderecha, aseguró que el Gobierno de Hollande no hizo todo lo que podía.
"Sé que no existe el riesgo cero, sé que no nos dividimos antes de que las víctimas hayan sido enterradas siquiera", dijo al cabal TF1 TV. "Pero quiero decir, porque es la verdad, que en los últimos 18 meses no se hizo todo lo que debía haber hecho".
Antes del minuto de silencio guardado a nivel nacional el lunes, el ministro del Interior, Bernard Cazeneuve, acusó a los opositores de romper la unidad de manera impropia. "Vimos aparecer críticas de forma inmediata y, personalmente, me parece sorprendente y triste (...) es indigno en el contexto actual", afirmó.