Beirut, 1 de agosto, 2016 (Reuters). Rebeldes sirios lanzaron una gran ofensiva contra zonas del suroeste de Alepo controladas por el Gobierno para tratar de reabrir las líneas de suministro después de que la semana pasada el Ejército y sus aliados endurecieron el sitio a las partes de la ciudad en manos de los insurgentes.
Los rebeldes tratan de romper la franja de territorio controlado por las fuerzas del Gobierno con la esperanza de reconectar su asediado sector del este de Alepo con una parte del territorio insurgente en el oeste de Siria.
El centro de mando rebelde, que incluye al nuevo grupo islamista Jabhat Fatah al Sham —previamente el Frente Nusra vinculado a al Qaeda— y Ahrar al Sham, dijo que había tomado posiciones del Ejército en las primeras horas del ataque, que comenzó el domingo por la noche.
El Ejército confirmó a los medios estatales que los rebeldes habían comenzado una ofensiva, pero dijo que sus soldados los habían expulsado desde una base de artillería de la Fuerza Aérea.
Las fuerzas del Gobierno tomaron el control de territorios significativos al norte de la ciudad la semana pasada, alrededor de la carretera Castello, que lleva al norte hacia Turquía, después de haber cortado la carretera hacia los distritos rebeldes a comienzos de julio.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos dijo que el ataque rebelde era el mayor en meses. El grupo que monitoriza la guerra en el país dijo que aviones de las fuerzas partidarias del Gobierno bombardearon la localidad rebelde de Khan Touman, en el sur de Alepo, y que los rebeldes bombardearon partes de Alepo controladas por el Gobierno durante la noche.
Alepo, ciudad más grande de Siria antes del estallido de la guerra hace cinco años, está dividida entre las fuerzas del Gobierno y los rebeldes desde el verano de 2012.