Londres, 14 de septiembre, 2016 (Reuters). Reino Unido y Argentina acordaron trabajar conjuntamente para remover las medidas que restringen el desarrollo de las industrias de gas y petróleo, pesca y embarques en los alrededores de las disputadas Islas Malvinas, dijeron el miércoles ambos países.
Argentina reclama soberanía sobre las islas controladas por Reino Unido —conocidas en el país sudamericano como Las Malvinas y en el europeo como Falklands—, en una controversia que ha tensionado las relaciones bilaterales por décadas y que en 1982 derivó en un conflicto armado.
Las diferencias resurgieron el año pasado, pero Reino Unido se ha esforzado en mejorar las relaciones desde que el presidente argentino Mauricio Macri, considerado amistoso con los mercados, asumió el poder en diciembre de manos de Cristina Fernández.
"Con un espíritu positivo, ambas partes acordaron establecer un diálogo para mejorar la cooperación en los asuntos de interés mutuo en el Atlántico Sur", dijeron los dos países en un comunicado conjunto.
"En este contexto, se acordó adoptar las medidas apropiadas para remover todos los obstáculos que limitan el crecimiento económico y el desarrollo sustentable de las islas Falklands, incluyendo comercio, pesca, embarques e hidrocarburos", dijo el comunicado.
El comunicado fue acordado tras una serie de reuniones en Buenos Aires entre el presidente Macri, la canciller argentina Susana Malcorra y Alan Duncan, ministro de Estado británico para Europa y América.
Reino Unido dijo que las discusiones llevadas a cabo no afectaban el tema de la soberanía y que seguía ratificando su respaldo a los residentes de las islas.
Las Islas Malvinas están habitadas por unas 3.000 personas, que mayoritariamente se han manifestado a favor de que las islas sigan siendo consideradas como territorio ultramar británico.
"Reino Unido y Argentina tienen una relación amplia que va más allá de nuestras diferencias", dijo Duncan en un comunicado.
"Es claro para mí que Argentina está abierta a los negocios. Las medidas acordadas hoy demuestran que podemos lograr avances a través del diálogo", añadió.
El más reciente brote de tensiones en torno a Las Malvinas ocurrió el junio del año pasado, cuando un juez federal argentino ordenó incautar activos valorados en millones de dólares de compañías de perforación que operaban en el área de las islas.
Esto no frenó los trabajos de exploración petrolera, aunque los esfuerzos se habían moderado debido a los bajos precios internacionales del crudo.
El comunicado conjunto dijo también que ambas partes apoyaban un proyecto para utilizar el ADN para identificar a soldados argentinos que murieron en la guerra y fueron enterrados en las islas. Las discusiones sobre ese asunto continuarían en Ginebra con colaboración del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Los países acordaron además que se establecerían vuelos adicionales entre Las Malvinas —localizadas a unos 700 kilómetros de la costa de Tierra del Fuego en el sur de Argentina, y terceros países en la región.