Bogotá (Reuters). El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, extendió hasta el 31 de diciembre el cese al fuego bilateral con las FARC y confió en lograr antes de esa fecha un nuevo acuerdo para acabar el conflicto armado de 52 años después de que el pacto firmado con esa guerrilla fue rechazado en un plebiscito.
El inesperado resultado impidió a Santos implementar el pacto que suscribió en septiembre con el máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño, alias "Timochenko", y lo llevó a iniciar la búsqueda de consensos con la oposición política que dirige el ex presidente Álvaro Uribe para salvar el acuerdo.
"He tomado la decisión de prorrogar el cese al fuego bilateral hasta el 31 de diciembre. Que quede claro: esto no es un ultimátum ni fecha límite, pero espero que todo este proceso para tener un nuevo acuerdo se termine mucho antes porque como me dijo una estudiante hoy, el tiempo conspira contra la paz y la vida", dijo Santos en una alocución por radio y televisión.
La oposición política exige que los líderes rebeldes paguen al menos cinco años de cárcel por sus crímenes cometidos en medio del conflicto que ha dejado 220.000 muertos y que no tengan la posibilidad de ocupar cargos de elección popular, demandas difíciles para una guerrilla que había pactado penas privativas de la libertad de hasta ocho años, pero no prisión.
Los diálogos entre los opositores del acuerdo de paz y el Gobierno no han arrojado ningún resultado hasta el momento, pero Santos, quien ganó el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos para poner fin al conflicto en el país sudamericano, confió en lograr un consenso en los próximos días.
Mientras, el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, pidió a los dirigentes políticos del país comprometerse para lograr rápidamente una solución que permita implementar el acuerdo de paz, sumido en la incertidumbre.
"Todos los dirigentes políticos tienen que tener un compromiso con alcanzar una solución pronta, urgente, para resolver este 'impasse' de la implementación de los acuerdos", declaró el diplomático uruguayo.
En el acuerdo de paz, que contemplaba que unos 7.000 rebeldes dejarían las armas para conformar un partido político, las FARC habían pactado 10 escaños en el Congreso a partir del 2018 por dos periodos legislativos.
Almagro invitó a las diferentes fuerzas políticas de Colombia a que "los acuerdos sean ajustados a la brevedad de la manera más urgente posible".
"Creo que es muy importante no perder este momento que tiene la paz en el país hoy", dijo el diplomático refiriéndose a las multitudinarias marchas en la que miles de colombianos han salido a las calles de las ciudades a exigir por una solución bajo el grito de "¡acuerdo ya, no más guerra!".