Washington/Nueva York, 11 de noviembre, 2016 (Reuters). Manifestantes ocuparon las calles de varias ciudades de Estados Unidos el jueves, en el segundo día consecutivo de protestas contra la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, por el temor a que su triunfo sea un duro golpe contra los derechos civiles.
"Acabamos de tener una elección presidencial muy abierta y exitosa. Ahora manifestantes profesionales, incitados por los medios de comunicación, protestan. ¡Muy injusto!", dijo Trump en un mensaje en Twitter la noche del jueves.
En la capital del país, unos 100 manifestantes marcharon desde la Casa Blanca, donde Trump tuvo su primera reunión de transición con el presidente Barack Obama el jueves, al Trump International Hotel ubicado a varias cuadras de distancia.
Al menos 200 personas se reunieron allí después del anochecer y muchas de ellas corearon "Sin odio! ¡Sin miedo! ¡Los inmigrantes son bienvenidos aquí!" y con pancartas con lemas como "Destituyan a Trump" y "No es mi presidente".
En la costa este, las protestas tuvieron lugar en Washington, Baltimore, Filadelfia y la ciudad de Nueva York, mientras que los manifestantes de la costa oeste se congregaron en Los Angeles, San Francisco, Oakland y Portland.
Las protestas fueron en su mayor parte pacíficas y ordenadas, aunque se registraron algunos actos de desobediencia civil y daños a la propiedad.
Los actos del jueves en general fueron menores en escala y de menor intensidad que los del miércoles, con una presencia masiva de adolescentes y de adultos jóvenes.
Las manifestaciones continuaban el viernes en la mañana en Portland, donde la policía usó gases lacrimógenos y balines de goma para dispersar a la multitud, mientras que en Los Angeles, hubo bloqueo de calles y al menos 35 personas fueron arrestadas, según medios locales. Para este fin de semana están previstas más manifestaciones contra Trump.
Los detractores del presidente electo temen que las declaraciones contra inmigrantes, musulmanes y mujeres que hizo durante su campaña, combinadas con el apoyo del Ku Klux Klan y otros supremacistas blancos, puedan impulsar una ola de intolerancia contra las minorías.
En su discurso de aceptación del miércoles, Trump se alejó de la retórica de discursos anteriores y prometió ser un presidente para todos los estadounidenses. Su campaña rechazó el apoyo que le entregó este mes un diario del Klan y dijo que Trump "denuncia el odio en cualquier forma".
Grupos de derechos civiles y la policía informaron un alza en los ataques de miembros de grupos de minorías, algunos de los cuales realizados por personas que manifestaron su apoyo a Trump. También hubo reportes de opositores atacando a personas que llevaran carteles en apoyo al nuevo presidente.