
La unidad de contraterrorismo de Irak, un grupo militar de elite, perforó las líneas defensivas del Estado Islámico para ingresar a la ciudad a inicios de la semana pasada y desde entonces se ha sumergido en una encarnizada batalla con atacantes suicidas y francotiradores.
Las fuerzas especiales son el grupo de avanzada de una amplia coalición de 100.000 miembros que busca derrotar a unos pocos miles yihadistas del Estado Islámico instalados en Mosul, la mayor ciudad capturada por los rebeldes en su autodenominado "califato", declarado en partes de Irak y Siria.
La campaña, de cerca de cuatro semanas, constituye la operación militar más compleja jamás desarrollada en Irak en los 13 años de turbulencias que siguieron a la invasión estadounidense que derrocó a Saddam Hussein.
Las fuerzas de seguridad y las divisiones de infantería de Irak, respaldadas por la fuerza aérea estadounidense, se están preparando para avanzar hasta los distritos del sur y el norte de Mosul en los próximos días, lo que incrementará la presión sobre los extremistas.
Las fuerzas paramilitares chiíes y kurdas están resguardando el territorio al noreste y al oeste.
En el frente oriental, las fuerzas especiales ingresaron al distrito de Qadisiya al-Thaniya, en el extremo norte de un grupo de vecindarios donde han tomado el control hasta el momento, dijo Sabah al-Numani, portavoz de la unidad de contraterrorismo, a Reuters.
Oficiales militares han dicho a Reuters que los combates son algunos de los más letales que se han visto, ya que un pequeño grupo de militantes utiliza una vasta red de túneles y calles angostas para lanzar prolongadas secuencias de ataques en contra de las tropas iraquíes. Reuters